Desestima juez paseño cargos en zona ‘militarizada’ Diario.mx

Uno de los más recientes esfuerzos de la administración Trump para militarizar la frontera entre Estados Unidos y México sufrió repetidos reveses esta semana cuando un juez magistrado federal de El Paso desestimó 16 cargos que alegaban que personas habían traspasado ilegalmente terrenos militares al ingresar a Estados Unidos en una zona recientemente designada como “área de defensa nacional” en el extremo Oeste de Texas.

El magistrado federal Miguel Torres dictaminó que el Gobierno no había establecido causa probable de que las personas que cruzaban la frontera sin autorización legal estuvieran violando intencionalmente una regulación de seguridad de propiedad de Defensa al hacerlo en una estrecha franja de 63 millas (101.38 kilómetros) de tierra a lo largo del Río Grande en los condados de El Paso y Hudspeth.

El jueves y viernes fueron la primera vez que un juez de El Paso celebró una audiencia sobre cargos de allanamiento a un área militar desde que la administración Trump estableció el “área de defensa nacional” el 1 de mayo.

El asunto clave para Torres fue si el Gobierno había colocado letreros en “lugares visibles y apropiados” advirtiendo a las personas que estaban violando una regulación u orden militar –declarando el terreno prohibido para personas sin autorización– al ingresar a Estados Unidos en esa área. Durante siete horas de audiencias el jueves y dos horas el viernes, agentes de la Patrulla Fronteriza testificaron repetidamente que se les había dicho que se habían colocado letreros cada 100 pies (30.48 metros) a lo largo de la frontera, pero ninguno de los agentes dijo haberlos visto realmente.

“La visibilidad importa. Dónde están los letreros importa. Cómo se ven importa”, dijo Torres, haciendo una analogía con un letrero que decía “Peligro, campo minado –pero la única forma de leer el letrero es si ya estás bien adentro del campo minado”.

Torres desestimó 12 cargos por delitos menores el jueves y cuatro más el viernes. Los fiscales también retiraron otros tres cargos por delitos menores de traspaso militar después de determinar que los acusados fueron detenidos en áreas del Condado de Hudspeth cerca de Fort Hancock que están fuera de los límites del “área de defensa nacional”.

Los 19 acusados permanecen bajo custodia porque también están acusados de ingresar a Estados Unidos después de haber sido previamente expulsados del país, lo cual es un delito grave castigable con hasta dos años de prisión. Los cargos por delitos menores desestimados conllevaban una pena máxima de un año de prisión.

Las decisiones de Torres desestimando los cargos llegaron un día después de que un magistrado federal en Las Cruces, Gregory Warmuth, desestimara cargos similares contra casi 100 migrantes acusados de violaciones similares en un “área de defensa nacional” de 180 millas (289.68 kilómetros) de largo decretada por la administración Trump en Nuevo México.

En los casos de El Paso, el fiscal asistente de Estados Unidos Scott Wisniewski argumentó que el Gobierno no necesitaba probar que los letreros advertían suficientemente que las personas estarían violando regulaciones militares al ingresar al país. Dijo que el mero hecho de que estuvieran entrando ilegalmente al país era prueba suficiente para demostrar que estaban quebrantando la ley.

Pero Torres rechazó esos argumentos, diciendo que los fiscales estaban tratando de “encadenar” el conocimiento de un acto ilegal a otro.

“La evidencia simplemente no está ahí”, dijo Torres en la primera de sus decisiones de que el Gobierno no había mostrado causa probable para acusar a alguien de violar una orden o regulación militar.

La decisión en el primer caso llegó después de un momento digno de un drama judicial televisivo, cuando el abogado defensor Erik Anthony Hanshew sostuvo una copia del letrero de 12 por 18 pulgadas (30.48 por 45.72 centímetros) y preguntó al agente de la Patrulla Fronteriza Alejandro Portillo, quien estaba sentado a menos de 20 pies (6.09 metros) de distancia, si podía leer lo que decía el letrero.

Portillo dijo que no podía leer las palabras en el letrero desde esa distancia.

Otros agentes de la Patrulla Fronteriza testificaron durante todo el día que habían oído que los letreros estaban colocados en algunos casos cerca del río y en otros casos a lo largo del muro fronterizo, que podría estar a 90 yardas (82.30 metros) de distancia. Pero ninguno había visto realmente el letrero hasta que Hanshew trajo una imagen al tribunal.

“Quizás no habría sido mala idea que el Gobierno trajera una imagen del letrero al tribunal”, dijo Torres.

A principios de esta semana, El Paso Matters condujo a lo largo del lado mexicano del Río Grande para buscar letreros de advertencia. Varios eran parcialmente visibles desde el lado mexicano del río, pero ninguno podía leerse desde esa área.

Los agentes de la Patrulla Fronteriza testificaron repetidamente que no sabían si los letreros que advertían sobre la violación de una regulación militar eran visibles desde la mitad del Río Grande, que marca la frontera entre Estados Unidos y México en el extremo Oeste de Texas.

“Si tienes que estar justo encima del letrero para verlo, ya has cometido el delito”, dijo Torres.

El Departamento de Defensa estableció el “área de defensa nacional” en los condados de El Paso y Hudspeth el 1 de mayo, transfiriendo tierras que habían estado bajo el control de la Comisión Internacional de Límites y Aguas a Fort Bliss.

El área se extiende por 63 millas (101.38 kilómetros) desde la Presa Americana en la línea estatal de Nuevo México-Texas en el Oeste de El Paso hasta el Puerto de Entrada de Fort Hancock en el Condado de Hudspeth. El ancho del área varía, pero el Departamento de Defensa dijo que el área incluye 2,000 acres (809.37 hectáreas), lo que haría que el ancho promedio sea de aproximadamente 90 yardas (82.30 metros).

La designación del área de defensa permite a los militares hacer cumplir las leyes de inmigración en el área, algo que está prohibido en casi cualquier otra circunstancia.

Los agentes de la Patrulla Fronteriza que testificaron en El Paso el jueves dijeron que todos los acusados fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza sin la asistencia de soldados.