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El predecible desgaste del gobierno veracruzano
Luis Alberto Romero
Al dar a conocer su ranking de gobernadores, medición correspondiente al mes de febrero, la casa encuestadora Mitofsky, de Roy Campos, ubicó a Miguel Riquelme, de Coahuila; a Rubén Rocha, de de Sinaloa; y a Ricardo Gallardo, de San Luis Potosí, como los mandatarios estatales mejor evaluados.
Con aceptables niveles de aceptación figuran los ejecutivos de Yucatán, Mauricio Vila; Querétaro, Mauricio Kuri; y Tlaxcala, Lorena Cuéllar.
Entre los 10 mejor ubicados en ese ranking hay 4 gobernadores de Morena e igual número de panistas.
A pesar de que el veracruzano Cuitláhuac García subió 4 décimas de punto en su calificación, con respecto a enero, descendió del lugar undécimo al décimo tercero. En febrero fue evaluado con 53.2 por ciento.
Si bien García Jiménez no está en el sótano de la lista, donde se ubican Indira Vizcaíno, de Colima; y David Monreal, de Zacatecas, la calificación que obtuvo lo coloca prácticamente en la media tabla, arriba de Claudia Sheinbaum, de CDMX; Salomón Jara, de Oaxaca; y 17 más.
Cuitláhuac García se ha ubicado en el mismo rango de calificación desde hace un año: en febrero de 2022 su imagen registró un 54.4 por ciento de aceptación. Su nivel más alto fue en marzo de ese mismo año, con 55.3 por ciento..
En menos de un año, el gobernador veracruzano ha perdido 2.1 puntos porcentuales, lo que podría considerarse normal, dado el desgaste que implica el ejercicio del poder. Si nada extraordinario ocurre en el poco más de año y medio que le resta para concluir su encargo, García Jiménez llegará a 2024 con una calificación cercana al 50 por ciento.
Podríamos decir que García Jiménez no es un gobernador con una evaluación ciudadana baja; tampoco es ubicado con una calificación sobresaliente.
El hecho de que casi la mitad de la población veracruzana desapruebe su gestión podría anticipar el discurso que seguirá la oposición conforme se acerque el proceso de 2024.
Por estrategia, difícilmente la oposición dirigirá sus torpedos contra la marca de Morena y la 4T, debido a que está muy bien posicionada; tampoco lo harán contra un presidente cuyo nivel de aceptación resulta históricamente alto para un mandatario que ya se encuentra en su cuarto año de gobierno. 7, 8 de cada diez veracruzanos ven con simpatía a López Obrador; no así al ejecutivo estatal.
En ese marco, lo que se anticipa es una mayor intensidad en la crítica contra el gobierno veracruzano y sobre todo contra el titular del Ejecutivo.
Lo predecible es que en el último tercio de su mandato, a Cuitláhuac García le crezcan los negativos; y con ello tendrá que cargar el próximo candidato de Morena al gobierno veracruzano.
Sin embargo, podríamos decir que prácticamente sin importar el nombre del abanderado de la 4T, la oposición tendrá un camino cuesta arriba por el altísimo nivel de aceptación que registra en Veracruz el Movimiento y sobre todo el presidente. @luisromero85
