¡DESCARADO ROBO! Sol Yucatán
- Mauricio Vila se auto favoreció con concesiones para el servicio público del Va y Ven. De acuerdo con investigaciones de Sol Yucatán, es propietario de 15 autobuses. Su prestanombre es Rafael Canto, dueño de Minis 2000, a quien rescató del quebranto financiero y le otorgó concesiones
- Vila y su clan manejaron en dos años a sus anchas poco más de 10 mil millones de pesos. El grupo sacó provecho de las concesiones, cobro de moches, infraestructura inexistente, contratos fantasma y sobreprecio en la adquisición de autobuses
- A los concesionarios se les regala dinero gratis por un servicio que no cumplen, debido a que en las concesiones está estipulado que se les paga por 270 kilómetros de recorridos diarios, pero las unidades no cumplen con ese kilometraje
Redacción/Sol Yucatán
El Gobierno de Mauricio Vila Dosal y su grupo de incondicionales, Sergio Chan Lugo, Aref Karam Espositos, Rafael Hernández Kotasek y hasta el diputado Víctor Hugo Lozano Poveda, hicieron del transporte inteligente de Yucatán el negocio del sexenio.
El grupo sacó provecho de las concesiones, cobro de moches, infraestructura inexistente, contratos fantasma y sobreprecio en la adquisición de autobuses.
De acuerdo con los datos del presupuesto del paquete fiscal del 2022 al 2024, periodo en el cual Vila Dosal y su clan tuvieron control de los recursos, manejaron a sus anchas poco más de 10 mil millones de pesos.
Antes de la creación de la Agencia de Transporte de Yucatán, los recursos salían a nombre del Instituto de Movilidad y de Desarrollo Urbano y Territorial, encabezado por Aref Karam Espositos, tan solo en el 2022, Vila le asignó 2 mil 92 millones de pesos.
Asimismo, Mauricio Vila se auto favoreció con concesiones para el servicio público de este sistema. De acuerdo con investigaciones de Sol Yucatán, es propietario de 15 autobuses, cuyo prestanombres es Rafael Canto, dueño de Minis 2000. Como pago, Vila Dosal rescató del quebranto financiero a la empresa y le otorgó concesiones y hasta préstamos para adquirir autobuses modernos y continuar beneficiándose con el sistema de transporte público como lo hizo con los gobiernos anteriores.
Jacinto Sosa Novelo, titular de la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY), aseguró que el organismo al día de hoy está totalmente quebrado, con un déficit millonario que asciende a mil 860 millones de pesos al año.
Al día, la Agencia de Transporte tiene pérdidas por 5 millones 95 mil 890 pesos, o lo que es lo mismo, cada minuto la quiebra es de 212 mil 328 pesos.
El Va y Ven es un multimillonario particular, en el cual se benefician unas cuantas personas.
Sosa Novelo aseguró, durante su comparecencia ante los legisladores de las diferentes fuerzas políticas, que el sistema tiene ingresos por mil 321 millones de pesos, sin embargo, sus compromisos de pago y gastos de operación son de 3 mil 321 millones de pesos, por lo cual se tiene un déficit de mil 860 millones de pesos.
Explicó que a los concesionarios se les regala dinero gratis por un servicio que no cumplen, debido a que en las concesiones está estipulado que se les paga por 270 kilómetros de recorridos diarios, pero las unidades no cumplen con ese kilometraje.
Además, se tienen deudas millonarias por la adquisición de camiones que no son funcionales para Mérida, Kanasín, Valladolid y Tizimín, y, por si fuera poco, se pagan millonarias rentas por edificios que no son útiles.
Si no se corrige en los próximos seis años, le costará a los yucatecos 11 mil millones de pesos.
Asimismo, el sistema de movilidad de Yucatán se encuentra en una situación crítica.
Yucatán cuenta con el paradero de autobuses más caro de Latinoamérica, al grado de que cada hora le cuesta a los yucatecos 2 mil 569 pesos.
El Cetram Norte le cuesta a la agencia 22 millones 200 mil pesos al año.
Lo que quiere decir una renta mensual de 1 millón 850 mil y un costo diario de 61 mil 666, por lo cual la hora de renta es de 2 mil 569 pesos.
La Agencia de Transporte de Yucatán, Jacinto Sosa Novelo, reveló que se encontraron 1.6 millones de pesos en cajones de una oficina del sistema de transporte Va y Ven que no fueron reportados.
Tras la renuncia de funcionarios y realizar una revisión, se halló el dinero que estaba en bolsas y que correspondería al cobro por la entrega de tarjetas inteligentes y no se reportó.
La dependencia informó que ya se interpuso una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción por hechos presuntamente delictuosos en contra de un funcionario
Es un negocio redondo, debido a que la administración anterior que encabezó Rafael Hernández Kotasek firmó un contrato de arrendamiento por un periodo de 15 años y una millonaria cláusula de recesión.
Por lo cual, al término del contrato, se estaría pagando por el paradero más de 330 millones de pesos.
El nombre del beneficiario se está guardando como secreto de estado, debido a que el titular de la agencia de transporte no quiso revelar ese dato, aunque dijo que se trata de una persona de una conocida familia de Yucatán que tiene vínculos con la política.
Sin embargo, no solo con el millonario contrato se beneficiarían los dueños del terreno, debido a que la propia ATY construyó el edificio donde se gastó 84 millones de pesos, de acuerdo con información de la propia Agencia de Transporte de Yucatán.
Al término del contrato, ya sea dentro de 15 años o antes, estas personas se seguirán beneficiando, debido a que serían dueños de una plaza comercial, localizada en una de las zonas de mayor crecimiento y plusvalía de Mérida.
En el 2023, cuando se firmó el contrato de arrendamiento, el lugar era un terreno, donde por muchos años funcionó un lote de autos usados, un vivero y hasta una taquería.
El sitio nada más tenía una pequeña oficina, una palapa y un tinglado con techo de láminas de zinc.
Al cierre del 2025, los dueños del terreno ya habrían obtenido 44.4 millones de pesos por renta del inmueble, que hasta hace unos años era un simple terreno.
De acuerdo con brokers inmobiliarios, el precio del metro cuadrado en esa zona es de 7 mil 750 pesos. Tomando en cuenta que el inmueble tiene una superficie de 8 mil 800 metros, el terreno tendría un valor comercial de 68 millones 200 mil pesos, es decir, la ATY gastó más en la construcción del edificio de lo que cuesta el terreno. Además, en tres años los dueños ya habrían cobrado lo que cuesta el inmueble, por lo cual resulta un negocio redondo, configurándose un robo descarado a los yucatecos y un asalto al presupuesto.
El miércoles 30 de abril, durante el live con el gobernador, Joaquín Díaz Mena aseguró que harán una auditoría a la ATY, para conocer la situación financiera del organismo y con ello se podrían fincar responsabilidades.
Asimismo, aseguró que el Va y Ven no desaparecerá, aunque es inaudito que ocurra una situación como esa.
El exgobernador no podría ser sometido a proceso judicial, debido al fuero que le da el hecho de ser senador de la república.
Lo que es una realidad, es que el Cetram no cumple con la función para la cual fue diseñado, que era ser el punto de interconexión del transporte de Mérida y de las rutas foráneas, es decir, serviría como una central del transporte público que todos los días tendría un flujo de miles de personas de Mérida e interior del estado.
Actualmente, solo la acera sirve como parada de autobuses del Va y Ven, del periférico para los autobuses que recorren el carril interior.
Por su parte, el diputado panista Álvaro Cetina Puerto, advirtió que es claro el mensaje del titular de la agencia y señaló que hay dos cosas: o quiere aumentar las tarifas, o bien quiere regresar al viejo sistema de transporte, que estaba obsoleto como pago de compromisos políticos.
La historia
El negocio del Va y Ven que heredó Mauricio Vila al próximo gobernador no tiene desperdicio, es una auténtica mina de oro con muy poquitos beneficiados.
Ya son decenas de unidades circulando por toda la zona conurbada de Mérida y en algunos municpios principales de Yucatan, sin contar desde luego con el Ie-Tram, otro buen negocio ligado al sistema de transporte yucateco.
Nunca un empresario se imaginó que podría tener una gran empresa sin invertir lo que vale, pero cobrando enormes utilidades, como ocurre con el Va y Ven, que es una empresa privada pero con inversiones del gobierno, para lo cual se movieron incluso las leyes yucatecas.
Quien se encarga de la operación del nuevo sistema de transporte es la recién constituida Agencia del Transporte de Yucatán que modificó por decreto la Ley de Movilidad y Seguridad Vial del Estado de Yucatán.
Para dirigir el nuevo monstruo del transporte público, el todavía gobernador Mauricio Vila mandó a su amigo e incondicional Rafael Hernández Kotasek para que esté al frente del organismo 15 años, que es el equivalente a lo que dura la concesión recién dada a los nuevos transportistas del Va y Ven, vaya casualidad, ¿o no?
Y es que de acuerdo a los cambios en la Constitución yucateca, solamente la Agencia es quien pueda otorgar y retirar concesiones de transporte público.
A la fecha ya son decenas de millones de pesos los que se han invertido en la infraestructura urbana del transporte, desde poner paraderos, algunos son sombrillitas y muy bonitos si se ubican en las zonas “fifís” y otros más sencillos y hasta sin sombrilla si están en la zona de colonias populares. .
Se fabricaron hasta banquetas especiales para los paraderos, están las máquinas de autocobro de las tarjetas, y todo esto lo hizo el gobierno del estado bajo el mando de Mauricio Vila.
¿Pero es una empresa privada?
Si es una empresa privada la que tiene la concesión y su única tarea fue adquirir las unidades, que vale decir que son muy modernas, con aire acondicionado y cómodas en general, además de haber número suficiente en la mayoría de las rutas.
Pero los empresarios no invirtieron en la infraestructura, sino que solamente en las unidades, y al ser el concesionario una gran empresa de transporte, claro que consiguió buenos precios y condiciones para adquirir su parque vehicular.
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