Luis Enrique contra Guardiola, duelo al borde del precipicio Infobae
Luis Miguel Pascual
París, 21 ene (EFE).- Al borde del precipicio, de un tempranero derrumbe europeo, el París Saint-Germain de Luis Enrique recibe al Manchester City de Pep Guardiola en un duelo que promete ser de alto voltaje por la identidad de ambos clubes, que en los últimos años han desarrollado una nueva rivalidad que sobrepasa el terreno de juego.
Mientras los propietarios emiratíes del City llevan desde 2016 apostando por el juego ofensivo del técnico catalán, que les ha permitido ganar seis veces la Premier, dos Copas de Inglaterra y, sobre todo, la Liga de Campeones de 2023, los cataríes de la entidad francesa se lanzaron el año pasado en brazos de otro ex barcelonista, que les ha dado una nueva identidad de juego.
Entre ambos técnicos reina una amistad sincera nacida de su coincidencia en el vestuario barcelonista entre 1996, cuando Luis Enrique llegó procedente del Real Madrid, y 2001, cuando Gaurdiola dejó el club de su vida con destino al Brescia.
Sin olvidar que ambos fueron pilares durante años de la selección española en diferentes categorías, incluida la conquista del oro olímpico en los Juegos de Barcelona en 1992.
En total, 127 partidos en el Barça y otros 26 con la "Roja" que forjó algo más que una relación de compañeros, como ambos recuerdan siempre que tienen la oportunidad.
"Me enfrentaré a un amigo", aseguró el técnico del PSG, que no ahorró alabanzas a su compatriota, pero sobre todo que le señaló como el ideólogo de un sistema de juego en el que él quiere inscribirse.
"Cada no con sus adaptaciones", matizó Luis Enrique, sabedor de que él mismo siempre ha buscado darle una mayor verticalidad al juego de sus equipos.
Será el quinto duelo entre dos entrenadores que empatan hasta ahora a dos victorias y que persiguen el éxito con los mismos ingredientes, el de la posesión del balón, la presión alta, el juego ofensivo.
Luis Enrique confesó que Guardiola es "un referente". Llegó al banquillo poco tiempo después que el catalán y, cuando este fue elegido para dirigir al primer equipo del Barcelona en 2008 fue el asturiano quien se hizo cargo del filial que hasta entonces dirigía.
Al frente del Bayern de Múnich le tocó a Guardiola enfrentarse a su club de corazón que dirigía Luis Enrique, que le eliminó en semifinales en 2015, tras levantar con un 3-0 en Barcelona el 3-2 logrado en la ida por los bávaros, antes de levantar el título en Berlín contra la Juventus Turín.
Dos años más tarde, ya como técnico del City, perdió en el Camp Nou por 4-0, pero venció 3-1 en Manchester en la fase de grupos.
El quinto duelo tendrá un sabor especial, porque ambos entrenadores necesitan los puntos para no caer, por vez primera en sus carreras, en la primera fase de la competición continental.
Con ocho puntos, el City está en el puesto 22, tres por delante del PSG, que con siete puntos ocupa la plaza 25 de una lista en la que solo se clasifican 24.
Los dos tendrán todavía una bala en la recámara para conseguir el pase, pero el duelo entre ambos puede ser crucial, sobre todo para el que caiga derrotado. Los ingleses cerrarán la carrera en casa contra el Brujas, los franceses en Alemania contra el Stuttgart.
Ambos técnicos llevan sobre sus espaldas el peso de dos proyectos multimillonarios, con presupuestos similares, en torno a los 800 millones de euros, y con la ambición de dos países del golfo que alimentan una rivalidad política.
Catar, que en 1971 rechazó convertirse en el octavo componente de los Emiratos Árabes Unidos, mantiene una clara apuesta por el deporte que le ha dado visibilidad.
Enfrentados a Arabia Saudí en la esfera de influencia, como puso de manifiesto el bloqueo entre 2017 y 2021, Catar ha visto como EAU se aliaba con Riad, lo que atizó aun más la rivalidad.
En interno se cuenta que las derrotas contra el City del jeque Mansour bin Zayed al-Nahyan, vicepresidente de los EAU, escuecen más en el palacio del emir de Catar, Tamim ben Hamad al-Thani, propietario que el PSG, que las que sufre contra viejas escuadras del continente como el Real Madrid o el Barcelona.
El duelo de este miércoles permitirá humillar al rival y colocarle, todavía más, en una situación crítica. Guerra total en la cumbre, amistad en los banquillos. EFE
