La historia de amor de Pedro Sánchez y Begoña Gómez: de su flechazo en una fiesta a su discreta boda en el Hipódromo de la Zarzuela Infobae
Pedro Sánchez es un hombre enamorado. Así lo ha dejado saber el comunicado emitido este miércoles, 24 de abril, donde ha puesto sobre la mesa la necesidad de reflexionar sobre la continuidad de su cargo como presidente del Gobierno tras la denuncia del sindicado Manos Limpias para investigar a su esposa, Begoña Gómez, por su presunta implicación en “el tráfico de influencias y corrupción en los negocios”.
Para el mandatario, el motivo detrás de esta acusación “ilegal” hacia su mujer se debe a que esta se ha convertido en la víctima de una lucha que “comenzó hace años” contra él. “¿Merece la pena todo esto? Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también”, transmitió el dirigente en una carta a la ciudadanía, en la que, además, aseguró que haría un parón de su agenda constitucional hasta el próximo lunes 29 de abril.
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Pese al cese temporal de sus funciones públicas, una de las cuestiones que más ha llamado la atención del escrito ha sido el especial énfasis en la relación que mantiene con Begoña Gómez, con quien construyó una familia con la llegada de sus dos hijas en común, Carlota y Ainhoa. Pero, ¿cuándo empezó todo? Su historia de amor tuvo lugar hace algo más de dos décadas y, desde entonces, ambos han superado momentos buenos y malos de la mano, tanto que ella se ha convertido en su mayor apoyo y confidente.
Su flechazo en una fiesta
La primera vez que Pedro y Begoña se vieron las caras fue en el año 1990, cuando acudieron como invitados al cumpleaños de un amigo en común. Por aquel entonces, Sánchez, que era estudiante de Económicas en la Universidad Camilo José Cela, no tuvo nada fácil conquistar a Gómez, quien cursaba estudios en una rama similar.
Sin ser conscientes de que esa persona cercana a ambas los uniría para siempre, los personaron en la fiesta llevada a cabo en un chalé madrileño. En medio de aquel festejo, hubo un instante que ha quedado para siempre en el recuerdo de Sánchez y fue el momento en el que vio a la bilbaína, de quien quedó complemente anonadado y atraído. “No sabes la tabarra que le di. Tuve que empeñarme mucho. Me lo puso muy difícil”, confesó el autor de Manual de resistencia.
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Al poco de conocerse, Pedro se fue a vivir con ella en el piso que tenía en La Latina, en pleno centro de Madrid. Una época que ella en más de una ocasión ha recordado con cariño, pues ha confesado que le escribía cartas de amor que todavía tiene guardadas, según le contó la propia Begoña a Susanna Griso en el programa 2 días y 1 noche, emitido en el verano de 2016. “Pedro tiene muchos detalles y cuando te ve agobiada te propone salir a cenar o te prepara un momento especial”, añadió sobre él.
El presidente de Gobierno y Begoña Gómez unieron sus vidas en matrimonio en 2004, en una íntima ceremonia oficiada por Trinidad Jiménez, la exministra de Asuntos Exteriores, y llevada a cabo en el Hipódromo de la Zarzuela. Un año después, la pareja formó una familia con la llegada de su primera hija en común, Ainhoa. Su segunda hija, Carlota, nació en 2007 cuando ya habían abandonado el centro de Madrid para trasladarse a Pozuelo de Alarcón, donde compraron a medias un chalet de grandes dimensiones que todavía poseen.
“Con Begoña comparto la afición por el deporte, nos gusta salir a montar en bici juntos, dar un paseo por el campo... Ambos somos aficionados a leer y nos gusta conversar sobre nuestras lecturas”, desveló en su libro Manual de Resistencia, sacando a la luz el sinfín de vivencias que comparte con su mujer.
