Tras la lectura del fallo sobre la condena de Cristina Kirchner, Alberto Fernández recibe a dos CEOs agropecuarios en Casa Rosada Infobae
Mientras el kirchnerismo sale a repudiar los fundamentos de la condena contra Cristina Kirchner, Alberto Fernández recibirá en la Casa Rosada a los CEOs de dos gigantes agropecuarios: la biotecnológica Bioceres; y la productora de alimentos y energía Adecoagro. El encuentro, gestado por el asesor y ex titular de Syngenta, Antonio Aracre, tendrá lugar en paralelo a la última jornada de Expoagro, donde el tema central fue la sequía. En principio, no estará Sergio Massa, ni habrá otros representantes de la cartera económica.
Los preparativos para el almuerzo con Mariano Bosch (Adecoagro) y Federico Trucco (Bioceres) se mantuvieron en secreto durante los últimos días, y la actividad no se sumó ayer a la agenda oficial que envía la Presidencia cada noche. Se realizará hoy a las 13.30, pocas horas después de la lectura del fallo de Vialidad contra la vicepresidenta, en torno al cual el kirchnerismo organiza su campaña electoral. Mañana, Cristina Kirchner hablará en Viedma y se esperan señales fuertes de cara a las elecciones; mientras que el sábado, La Cámpora y las agrupaciones afines organizarán una cumbre en Avellaneda para pedirle que sea candidata y manifestarse contra su “proscripción”.
Por ahora, Alberto Fernández evitó expedirse a la esperada lectura de los argumentos, y en el Gobierno evitaron aclarar si tuiteará al respecto. La semana pasada, en la apertura de sesiones legislativas, el Presidente había cuestionado a la Justicia, en una clara señal a favor de la vice, y aunque evitó mencionar la palabra “proscripción”, sí dijo que la vice está “inhabilitada”.
El encuentro con los CEOS es la primera tarea formal que le organiza a Alberto Fernández su flamante jefe de Gabinete de Asesores, Aracre, que desembarcó en el Gobierno en febrero para aceitar el nexo entre el Gobierno y el empresariado. Su llegada provocó escozor en el Frente de Todos, donde los grupos progresistas del propio oficialismo cuestionaron su origen, por lo bajo y a la par de las -mucho más ruidosas- organizaciones medioambientales, que llegaron a protestar frente a la sede del Gobierno. También el sindicalismo, en la voz del camionero Pablo Moyano embistió contra Aracre, por su posición sobre una eventual reforma laboral.
El empresario devenido funcionario, instalado hace ya dos meses en su despacho del primer piso del palacio de Balcarce 50, había organizado, dos semanas atrás, un almuerzo con los asesores y miembros de Argentina Futura. Y hoy se dispone a encabezar su primera actividad oficial con el Presidente, de la mano de dos de sus ex colegas del mundillo de la producción y la tecnología agropecuaria, pero que suelen codearse con la política.
En octubre, Trucco había participado de la Cumbre Federal de Bioeconomía, planificada por el Consejo Federal de Inversiones (CFI). Invitado por el gobernador Omar Perotti, coincidió en ese encuentro con algunos caciques del interior: el peronista Mariano Arcioni, de Chubut, y el radical Gerardo Morales, de Jujuy. La apertura de aquel panel había estado a cargo del ministro del Interior, el kirchnerista Eduardo Wado de Pedro, que deseoso de presentarse como presidenciable, cada vez más seguido intenta mostrar sintonía con el campo. Bosch, por su parte, ya había visitado al Presidente en Olivos, en plena cuarentena de 2020, junto otros representantes de las empresas de mayor peso del país, como Javier Santiago Madanes Quintanilla, de Aluar; Luis Pagani, de Arcor, Roberto Murchinson, de Pan American Energy, Marcos Bulgheroni y de Toyota, Daniel Herrero, entre otros.
Durante el encuentro, los cuatro discutirán la situación extrema que atraviesa el campo por la sequía, en medio de las señales de disconformidad que expresaron los productores por la ayuda que envía el Gobierno vía el Ministerio de Economía y Agroindustria, principalmente en forma de créditos para productores. Según un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), esta temporada se obtendrán 7,5 millones de toneladas menos de las proyectadas inicialmente para la soja y para el maíz. Y el país obtendrá, en la cosecha 2022/2023, una producción cercana a las 27.021.901 toneladas de soja, el valor más bajo de la última década. Los cálculos son peores que hace un mes, cuando la misma entidad había proyectado una cosecha de 34,5 millones de toneladas.
También se prevé que discutan formas de incrementar la productividad y las exportaciones mientras suben los precios de los principales cultivos debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, y a los problemas climáticos que afectan, también, a otras latitudes. Prácticamente desde que estalló el conflicto bélico, Alberto Fernández menciona en todos sus discursos locales y en cumbres internacionales que quiere posicionar a la Argentina como proveedora de alimentos a nivel mundial y es probable que hoy vuelva sobre el mismo eje. Aunque por ahora, se descartan anuncios concretos. “Va a ser una primera aproximación”, dijeron en la Casa Rosada.
En paralelo, Expoagro
En el Gobierno aseguran que el encuentro estaba programado con antelación, y que fue casualidad la coincidencia de fechas con Expoagro, el cónclave por excelencia del sector, que empezó el martes y termina hoy, y del cual el Presidente decidió mantenerse al margen. En representación del gobierno nacional, en cambio, fueron alfiles de Massa, como la titular del Banco Nación, Silvina Batakis y el secretario de Industria, Ignacio de Mendiguren.
En los últimos días desfilaron por el predio de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, dirigentes de peso de la oposición, desde el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que coincidió con su aliado, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales; y la presidenciable de Pro y ex mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal, todos aspirantes a la Presidencia por Juntos por el Cambio.
Por parte del oficialismo del interior estuvo el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el de Entre Ríos, Gustavo Valdes. Axel Kicillof eludió participar, pero envió a cuatro funcionarios de peso vinculados área. La presencia del kirchnerismo estuvo desde los cimientos: la edición de este año se realizó con YPF, en manos de La Cámpora a través de Santiago Carreras.
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