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Por Aliber López
“5 de mayo, 162 años de la Batalla de Puebla”
En lo que va de este siglo, por ser maestros de Historia y a la vez amigo del historiador Pedro Salmerón Sanginéz, hemos tenido la oportunidad de acompañar a Salmerón por estos lugares en las presentaciones de sus libros. Algunas veces como organizadores y otros como asistentes a los eventos de presentación de sus diversos escritos históricos. Desde los tiempos en que escribió la novela “La Cabeza de Villa”, El Carrancismo, La División del Norte, 1915, México en Guerra, El Zapatismo, hasta uno de sus últimos textos, que escribió con Raúl González Lezama, titulado “Diez Batallas que Cambiaron a México”, le hemos acompañado en sus múltiples visitas a la frontera.
Hace unos meses en la FIL (Feria Internacional del Libro), presentó el texto junto con Raúl González de “Diez Batallas que Cambiaron a México”, texto En el que incluye, “La Victoria Mexica de 1520”, “La Alhóndiga y el Fin de un Imperio, 16 a 18 de septiembre de 1810”, Cuautla la Construcción del Héroe, 1812”, “La Desafortunada Campaña de Texas, 1836”, “Los Gringos en la Ciudad de México, verano de 1847”, “La Guerra de Reforma, 1858-1860”, “Puebla 1862-1863”, “Querétaro y el fin del Imperio, 1863-1867”, “Pancho Villa en la Laguna, 1914” y “Las Batallas del Bajío, 1915”.
En el texto de Salmerón y Lezama nos apoyamos para abordar el tema de la Batalla del 5 de mayo, en la que resultó triunfante el ejercito liberal de Juárez comandado por Ignacio Zaragoza Seguín, en donde participaron generales como Miguel Negrete, Felipe Berriozabal y Porfirio Díaz, 4 Compañías de Tetela de Ocampo, otra de Xochiapulco y otra de Zacapoaxtla. Los cálculos de Napoleón III que por aquellos tiempos logró tener el ejército más poderoso del mundo. En los años previos (1861) Juárez, ya como Presidente Constitucional, logró replicar a las políticas entreguistas de los conservadores que fueron a Europa a ofrecer el trono de un imperio en México, con acciones de difusión en el ámbito internacional de los intentos por socavar la soberanía de nuestro país y a la vez realizó acciones políticas de incorporación de figuras conservadoras al Ejercito juarista y a su gobierno, presentándose ante los intervencionistas franceses, muchas dificultades para su incursión, pues tenían idea del cuento que habían llevado los conservadores a Europa de que cuando fueran avanzando por territorio mexicano, el pueblo y los lideres conservadores se les irían uniendo a su paso.
No fue así; cuando el 4 de mayo los franceses llegaron a Amozoc en las cercanías de la ciudad de Puebla y el comandante Lorencez, después de 8 días de trayecto ordenó atacar al día siguiente, por el lado de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, sin escuchar las opiniones de generales conservadores mexicanos como Juan Nepomuceno Almonte y Antonio Haro y Tamaris. La estrategia de los franceses de apoderarse de los fuertes de Loreto y Guadalupe, fracasó en los diversos intentos que tuvo al enfrentarse a las tropas patrióticas de los 4 comandos de Tetela de Ocampo, y la estrategia realizada por los Generales y militares del Ejército de Oriente que obligaron al Ejército francés a retirarse hacia Orizaba. En los libros de historia se dice que por la noche del 5 de mayo de 1862, Zaragoza informa por telégrafo al Presidente Juárez, que “Las Armas Mexicanas se han cubierto de gloria”. Salmerón cita que el informe textual fue, o también fue: “El Ejército francés se ha batido con mucha bizarría; su general en jefe se ha portado con torpeza en el ataque.”. También cita que, según análisis de la estrategia utilizada por Lorencez, realizada por el ministro Dubois de Saligni, los múltiples errores de la Batalla del 5 de Mayo, en la que se humilló al mejor ejercito del mundo en los años “60s.” del siglo XIX.
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También cumpliría años este día,(el día de ayer), nuestra madre María Prota López de López, nacida en 1920 y fallecida en el 2006.
