Chivas fue mejor que León, se reconcilió con la afición y José Juan Macías besó el escudo El Gráfico

POR VÍCTOR WARIO / CORRESPONSAL Guadalajara.
— Aquel beso de Macías al escudo de León que hace unos meses causó polémica, dolor y hasta indignación en algunos aficionados de las Chivas, tuvo su contraparte ayer por la tarde y todo parece haber vuelto a la normalidad.
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Al menos para los fans del Rebaño Sagrado.
El estadio Akron presenció el inicio de un nuevo romance, que hace apenas seis meses parecía haberse esfumado.
José Juan Macías repitió la dosis, con los mismos clubes en el campo, pero ahora defendiendo colores distintos.
Y festejó con amor.
La anotación del goleador del Guadalajara (57’) sirvió para abrir las puertas de la victoria a los dirigidos por Luis Fernando Tena, pero también para congraciarse con un pueblo al que le dolió que el chico besara el escudo de La Fiera en el duelo entre ambos equipos del torneo pasado, ese que los guanajuatenses ganaron 2-0.
Rojiblancos y esmeraldas llegaron al inmueble de Zapopan con la necesidad de sumar.
Los locales para continuar por el buen camino rumbo a la Liguilla, mientras que la visita, herida de gravedad, al borde del colapso, tras caer eliminada de la Concachampions.
Las Chivas aprovecharon el daño que dejó el Los Ángeles FC y fueron letales al ataque.
Macías enmendó su afrenta del torneo pasado y ahora, tras marcar el 1-0, besó el escudo del club que lo vio nacer, sellando así su reconciliación rojiblanca.
 El partido lucía trabado, sin un claro dominador, hasta que el refuerzo para el Clausura 2020 sacó de la chistera una definición soberbia, pegada al poste izquierdo de la portería defendida por Rodolfo Cota, quien no pudo hacer algo.
Después de esa jugada que levantó a la gente en las tribunas del Akron, Miguel Ponce salió de la lista negra y, con un gran centro, asistió a Fernando Beltrán para el 2-0 (70’).
El joven contención no había tenido su mejor partido pero remató con la cabeza a la perfección y cerró un duelo que permite al Guadalajara volver a la zona de Liguilla.
Mientras que el técnico Luis Fernando Tena encontró su tanque de oxigeno y se mantiene en el banquillo rojiblanco con firmeza, acercándose al primer objetivo que se trazaron este semestre: la fase final.
Las Chivas despiertan y la próxima jornada lucharán por la supremacía de Jalisco, al medirse al Atlas.
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