Desaparición de normalistas aún sin respuesta; queda líneas de investigación SoySD.mx

A casi cinco años de la privación de la vida de seis personas, la lesión de otras 33 personas y la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa aún quedan abiertas varias líneas de investigación.
En la indagatoria realizada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), sobre la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, hay varias líneas que no han sido revisadas de forma correcta, de acuerdo con la información proporcionada por la misma institución.
La entonces PGR desde el inicio de la investigación jamás colaboró para ordenar la información que se solicitó en tiempo y forma; algunas veces fue atendida y otras no, poniendo siempre obstáculos para no cumplir con las peticiones, según la CNDH.
Sobre lo ocurrido existe una segunda “ruta de desaparición” que fue descubierta por la CNDH después de entrevistar a varios testigos de los hechos ocurridos bajo el puente El Chipote, que se ubica frente al Palacio de Justicia de Iguala, en la carretera Iguala-Chilpancingo, el vehículo atacado era el primer vehículo de una caravana de cuatro autobuses, de un total de cinco vehículos utilizados por los normalistas y de ahí se llevaron a varios de los jóvenes que después fueron reportados como desaparecidos.
El 26 de septiembre de 2014, pasadas las 21:00 horas, el autobús de pasajeros de la línea Estrella de Oro 1531, salió de la Central de Autobuses de Iguala con rumbo a la normal de Ayotzinapa, pasó por la calle Juan N Álvarez, dio vuelta a la derecha en la avenida Aldama y se incorporó a la carretera federal 95 Iguala-Chilpancingo.
El autobús fue perseguido por dos patrullas de la policía municipal de Iguala.
Las patrullas intentaron detener al autobús; al no lograrlo, y ya en las afueras de la ciudad, comenzaron a disparar contra las llantas, hasta que el vehículo se detuvo bajo el puente el Chipote al poncharse los neumáticos delanteros y traseros del lado izquierdo (lado del chofer).
Las dos patrullas se detuvieron en la parte de atrás del autobús y por el frente llegó otra patrulla de la policía municipal de Iguala en sentido contrario y sé paró frente al autobús.
Acciones policiacas Los policías municipales, con el rostro cubierto, comienzan a gritarles a los normalistas que se bajen del autobús, al no tener respuesta positiva, los policías golpean con piedras y ramas las ventanillas hasta romper los cristales, en respuesta los normalistas avientan piedras contra el exterior; al lugar llega otra patrulla de la policía municipal de Iguala que se estaciona en el otro carril contrario, el que va de hacia Iguala.
Por los cristales rotos, los policías rocían gases lacrimógenos para obligar a los normalistas a salir del camión.
Arrojan dos granadas al interior del autobús, lo que obliga a los jóvenes a salir del camión.
Al bajar los normalistas son agredidos por los policías y obligados a acostarse boca abajo en el piso, algunos fueron esposados.
Se calcula que en ese camión viajaban entre 15 y 20 normalistas, entre los cuales se encontraba Alexander Mora Venancio.
Una vez que se encuentran sometidos los jóvenes, los comienzan a subir a la patrulla que está en sentido contrario de la carretera, frente al autobús, hasta que uno de los policías dice “ya no caben en la patrulla” otro policía le contesta “No importa, ahorita vienen los de Huitzuco”.
Unos instantes después, en sentido contrario, llegan otras tres patrullas y se estacionan enfrente del autobús, las cuales se presumen eran de la policía de Huitzuco.
El resto de los jóvenes son subidos a las patrullas recién llegadas.
En esos momentos, a contra flujo de la carretera (de Chilpancingo- Iguala), se estacionan y bajan dos policías federales, se dirigen a los policías municipales y les preguntan “¿qué paso con los chavos ?”; uno de los policías responde “Allá atrás chingaron a un compañero, se los van a llevar a Huitzuco.
Allá que El Patrón decida qué va a hacer con ellos”, a lo que el policía federal responde “Ah, ok, ok.
Está bien”.
Los dos policías federales se quedaron unos segundos viendo lo que sucedía, vieron como subían a los normalistas a las patrullas, una vez que todos estaban en las camionetas, los policías , una patrulla de Iguala y tres presumiblemente de Huitzuco, que estaban estacionadas en sentido contrario frente al autobús, se retiraron en reversa, hasta llegar a un tope y darse la vuelta para tomar el sentido normal de la carretera con rumbo a Huitzuco.
De acuerdo con la versión de un testigo, en todo ese tiempo, sobre la carretera sólo circularon patrullas de la policía municipal, por lo que se sospecha que la circulación fue bloqueada.
Todo esto ocurrió a unos 90 metros del Palacio de Justicia de Iguala, donde en la parte exterior se encuentra una cámara de seguridad que tuvo que haber grabado parte de lo sucedido y cuyo video nunca apareció.
Testigo clave Todo lo anterior fue revelado a la CNDH por un testigo presencial de los hechos, cuyo contenido de sus declaraciones ha guardado congruencia y coherencia con las diversas pruebas que se encuentran incorporadas al expediente de la PGR y al propio de la Comisión Nacional.
Posteriormente, el testigo de lo ocurrido, al presentarle fotos de los policías federales comisionados en Iguala, identificó al policía federal que llegó y habló con los municipales.
La CNDH señala que los policías federales tienen responsabilidad pues consintieron que policías municipales de Iguala y de Huitzuco actuaran en una Jurisdicción federal, permitieron que los normalistas fueran llevados a otro municipio diferente al de donde fueron detenidos.
Por lo cual los dos policías federales contribuyeron a un hecho delictivo.
Y aquí es donde surge el nombre “El Patrón” quien no ha sido identificado y fue quien decidió el destino de los detenidos.
Por su parte, el conductor del autobús de pasajeros 1531 confirmó haber escuchado que uno de los policías decía que ya no cabían los normalistas en la patrulla de la policía municipal de Iguala, a lo que otro policía contesto “no importa, ahorita vienen los de Huitzuco”, coincidiendo con las declaraciones del testigo protegido de la CNDH.
Al lugar de los hechos también llegó un militar, quien declaro que había llegado cuando los policías estaban rodeando el autobús para obligar a los normalistas a bajar y se retiró del lugar cuando los jóvenes ya estaban sometidos, tirados en el suelo; el militar tomó cuatro fotografías de lo ocurrido desde la parte de atrás del camión, mismas que fueron entregadas a la CNDH por la Secretaría de la Defensa Nacional, el 9 de octubre de 2015.
En sus declaraciones ministeriales, dos policías municipales de Iguala también refirieron que al lugar de los hechos llegaron dos patrullas de la Policía Federal.
El otro autobús, el 1568 que fue bloqueado en la calle Juan N.
Álvarez, en la ciudad de Iguala, los policías municipales se llevaron a otro grupo de normalistas, para completar los 43, que son los que se encuentran desaparecidos.
Búsqueda Con este hecho, la Comisión Nacional de Derechos Humanos halló en abril una “segunda ruta de desaparición”, pues originalmente la primera versión señala que los normalistas habían sido llevados detenidos y posteriormente llevados al basurero del municipio de Cocula donde fueron incinerados.
Posteriormente sus restos fueron depositados en bolsas negras y arrojadas al río San Juan, de donde fueron rescatadas por buzos de la Marina y parte de esos restos encontrados sirvieron para identificar a Alexander Mora.
Lo que hasta el momento no se ha logrado saber si los dos grupos de normalistas detenidos y subidos a patrullas fueron llevados directamente al basurero de Cocula o si uno de los grupos fue llevado al municipio de Huitzuco, donde se decidió la suerte de los 43 normalistas.
Gracias a esta investigación se solicita ampliar las investigaciones hacia la policía municipal de Huitzuco y la Policía Federal.
Sin embargo, a pesar de estas aportaciones, sólo recibieron una respuesta negativa por parte de la PGR.
“Este Organismo Nacional CNDH solicitó a la Procuraduría General de la República copia certificada de las declaraciones ministeriales de elementos de la Policía Municipal de Huitzuco, así como del personal militar del 27/o.
Batallón de Infantería.
La Procuraduría General de la República remitió a que se consultara la versión pública de la Averiguación Previa.
” Persona clave Existen tres personas que podrían aportar mayor información sobre el expediente de la Ruta de Desaparición que cuentan con órdenes de aprehensión pendientes, además de otras 11 personas inculpadas que participaron, pero únicamente se conoce su apodo y aún no se ha investigado ni determinado su identidad.
Con las recientes detenciones de los línderes del grupo criminal de Los Rojos, Santiago Mazari Hernández, El Carrete, y Zenén Nava, El Chaparro, se espera que haya nuevas aportaciones a la investigación, pues una de las líneas de investigación es que la Normal de Ayotzinapa había sido infiltrada por el grupo de Los Rojos y que habían sido enviados a Iguala a calentar la plaza y provocar.
La propia Corte Interamericana ha sostenido que el derecho a la verdad no sólo corresponde a las víctimas y sus familiares, sino también a la sociedad.
Es ella, quien tiene también el derecho de conocer la verdad sobre lo ocurrido en Iguala, Guerrero, así lo entiende la CNDH.
Con información de Excélsior PGR desde el inicio de la investigación jamás colaboró para ordenar la información que se solicitó  RedacciónNormal