Ven posible afectación si se diera cierre fronterizo Elimparcial.com Sonora

Tras las reiteradas amenazas del presidente Donald Trump por cerrar la frontera con México de no frenar el paso migratorio, ciudadanos de Nogales ven una afectación no sólo en sus trabajos y en lo económico sino en el entorno familiar al quedar las familias separadas.
Hasta ayer el cierre no se ha dado, pero sí aumentaron los tiempos de espera hasta una hora y media ante la reducción de personal y cierre de carriles de ingreso a la Unión Americana.
Rafael Navarrete, ciudadano de Nogales, Sonora, consideró que deben buscar otras alternativas.
"Va a afectar, a la mejor se ponen más estrictos en el momento del cruce pero definitivamente no creo que sea la solución, deben buscar otras alternativas", opinó.
Martín Jáquez, residente en Nogales, Arizona, platicó que de darse un cierre fronterizo podría verse afectado en el empleo que por 20 años ha desempeñado.
"Para comenzar mi trabajo, porque nosotros dependemos mucho de las maquilas y del comercio, de este lado soy chofer y me iba a bajar el trabajo para transportar a las maquilas todo lo que hacen aquí que ocupan allá", consideró.
AFECTACIÓNLa semana arrancó en Nogales con la operación de muy pocos carriles de pasajeros para cruzar la frontera, derivado del anuncio del Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) de destinar 750 agentes que laboraban en los puertos para atender las zonas más afectadas por la crisis humanitaria migratoria.
El cruce Mariposa operaba con apenas cuatro líneas de acceso y en cada una el tiempo de espera era de una hora y media a las 11:00 horas, según el aforo oficial del Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés).
En el Puerto Dennis DeConcini la situación no era muy distinta, operaban con cuatro líneas de pasajeros y dos Sentri; el tiempo estimado de cruce era de una hora y 20 minutos a las 11:00 horas.
"NERVIOSISMO" EN LA ECONOMÍA La economía sana que comparten Sonora y Arizona podría verse severamente afectada no sólo por la reducción de personal en las garitas, sino por las amenazas de cierre fronterizo del Gobierno estadounidense afectando en las decisiones del turismo.
Felipe García, vicepresidente ejecutivo de Visit Tucson, resaltó que los mexicanos gastan cada año 2 mil 200 millones de dólares en Arizona y que los impuestos sobre esas ventas son muy importantes para las ciudades.
Destacó que el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) reasignó, sólo de Nogales, a 70 oficiales que laboraban en las garitas para apoyar a zonas como El Paso, Texas, ante la problemática migratoria.
"Si te pones a ver el gasto de turistas sería muy fuerte el impacto y afectaría los municipios también que dependen de las ventas a mexicanos y recolectan impuestos; no es lógico pensar que nada más es un castigo hacia México", resaltó.
El sector manufactura igualmente, continuó, estamos castigando la exportación de México a Estados Unidos pero también sabemos que 40 centavos de cada dólar que entra a México se origina en Estados Unidos.
"Se afectaría empresas americanas proveedores de empresas mexicanas, definitivamente un cierre fronterizo no nada más afectaría a México, castigaría al turismo de Estados Unidos y a las empresas de Estados Unidos", resaltó.
Pierde Nogales 70 agentes del Aduana y podría albergar MPPNogales no solo se ha quedado con 70 agentes de la Aduana estadounidense menos en sus garitas, sino que pudiera convertirse en punto receptor de cientos de migrantes que ya cruzaron a los Estados Unidos para iniciar sus solicitudes de asilo humanitario.
La medida podría meter en serios aprietos a instituciones como el Albergue para Migrantes San Juan Bosco, donde ya y desde hace meses, reciben diariamente a 300 personas a quienes brindan alojamiento y alimentos.
De acuerdo con un memorando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por siglas en inglés), Kirstjen Nielsen dirigió este lunes al Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) a expandir los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés).
La iniciativa consiste en devolver a los extranjeros a México para que esperen el tiempo que dure el proceso de inmigración de los Estados Unidos.