MORELOS.
— Dos casillas destruidas y quemadas en Temoac y Jantetelco, además de algunos conatos de violencia en Cuernavaca fueron parte de los hechos registrados durante la consulta ciudadana sobre la decisión de la puesta en funcionamiento de la termoeléctrica y el gasoducto, en la comunidad de Huexca, del municipio de Yecapixtla.
Desde la mañana de ayer, la instalación de los 75 módulos en todo el estado de Morelos se retrasó por varias horas, por lo que habitantes de Amilcingo, en Temoac, donde fue asesinado el activista Samir Flores, comenzaron a reunirse en la explanada, pero al ver que no llegaba la casilla, anunciaron que se trasladarían a otras comunidades para votar.
“Estamos aquí concentrados desde las siete de la mañana, se hizo el llamado para esperar la casilla para la consulta amañada que nosotros decimos que ya trae la sangre de nuestro compañero Samir y ya son 8:27 (de la mañana) y no se ha instalado en la comunidad… ya se convocó a boicotear la consulta y es ponerle no a la termo”, aseveró Jorge Velázquez, habitante de Amilcingo.
En camionetas y vehículos particulares, los pobladores se trasladaron al centro de Temoac para buscar una casilla, sin embargo, en lugar de emitir su voto, se dedicaron a destruir y quemar las urnas y las boletas, así como quitar las lonas y todo aquello que tenga que ver con la termoeléctrica.
Posteriormente se trasladaron al poblado de Amayuca, en Jantetelco, donde de igual forma, destruyeron todo el material para la consulta ciudadana y corrieron a gritos e insultos a los encuestadores.
También avanzaron hacia Zacualpan de Amilpas en donde visitaron el Centro y Tlacotepec, además del municipio de Hueyapan, sitios en donde se tenía previsto que hubiera casillas, sin embargo, con anterioridad fueron retiradas para evitar más disturbios.
Pobladores regresaron a Amilcingo, donde convocaron a una asamblea para informar las próximas acciones a tomar, pero no se permitió el acceso a los medios.
También en Cuernavaca se generaron disturbios, luego de que algunos estudiantes de la UAEM llegaran a la casilla ubicada en Colegio Militar, a la altura de la Paloma de la Paz, donde comenzaron a rociar pintura roja en las boletas y a incitar a la ciudadanía a destruir las urnas.
Ahí fueron arrestados tres estudiantes, los cuales posteriormente fueron dejados en libertad, gracias a la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
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