Mesa de Seguridad: unión que previene Heraldo de Aguascalientes

En diciembre de 2017, en medio de una creciente preocupación por la inseguridad proveniente del vecino estado de Zacatecas, un grupo de empresarios decidió dar un paso más allá del discurso. Entre ellos estaba Luis Salvador Alcalá Alba, uno de los fundadores de la Mesa de Seguridad y Justicia de Aguascalientes. En entrevista con El Heraldo, recuerda los orígenes de esta iniciativa, su evolución y el papel clave que ha desempeñado en la coordinación entre sociedad civil y autoridades para enfrentar el crimen.

Don Salvador Alcalá continúa asistiendo a las reuniones, ahora como integrante activo. La Mesa de Seguridad y Justicia no sólo ha sobrevivido ocho años: se ha consolidado como una estructura de gobernanza colaborativa que muchos consideran un modelo nacional.

“Nació como idea, hoy es política de coordinación”

¿Cómo nace la idea de formar una Mesa de Seguridad en Aguascalientes?

Todo comenzó durante una reunión anual del Grupo de Industriales de Aguascalientes en la Sierra Fría, en diciembre de 2017. Ahí, planteamos al entonces gobernador el proyecto de crear una mesa ciudadana para atender los temas de seguridad. Al principio dudó; dijo que ya existían muchas instancias que trabajaban en eso. Pero cuando le explicamos el modelo que seguiríamos, nos dijo: “adelante”.

¿Y cómo fue ese arranque?

Nombramos como líderes fundadores al ingeniero Enrique López Vázquez y al ingeniero Iván Sánchez López. Bajo su tutela, comenzamos a invitar a otros organismos empresariales, colegios, y a los gobiernos estatal y municipal. Lo que hicimos fue conjuntar ciudadanos con y sin cargo público para tratarnos de tú a tú, sin títulos ni jerarquías. Lo importante era trabajar juntos.

¿Cuál fue el primer reto al iniciar esta iniciativa?

El más grande fue no saber exactamente cómo operaban otras mesas de seguridad. Tuvimos que buscar contactos en otras entidades. Enrique e Iván se fueron a Ciudad Juárez durante un mes para aprender directamente de su experiencia. Recopilaron información, hicieron vínculos y regresaron con una base sólida que adaptamos aquí.

¿Cuál fue el principal objetivo en aquel momento?

Contener la ola delictiva proveniente de Zacatecas. En esa época, delincuentes entraban, cometían delitos y regresaban sin consecuencias. Logramos, gracias a la presión y coordinación desde la Mesa, establecer filtros y controles en las salidas a Zacatecas y La Chona. Fue uno de los primeros logros tangibles.

¿Cómo ha evolucionado la Mesa desde entonces?

Ha crecido en participación y también en representatividad. Hoy en día nos reunimos entre 45 y 55 personas cada mes. Está la gobernadora, el fiscal, el secretario general de Gobierno, los jefes de las distintas corporaciones policiales, representantes de los municipios conurbados como Jesús María y San Francisco de los Romo, y empresarios. También están presentes el INEGI, la iglesia y los colegios de profesionistas.

“Más que observadores, ciudadanos con decisión”

¿Cómo se toman las decisiones dentro de la Mesa?

La Mesa sigue siendo parte del Grupo de Industriales de Aguascalientes y, aunque es autónoma, la última palabra la tenemos nosotros para preservar su integridad. No queremos que se desvirtúe su propósito. Las decisiones estratégicas se toman por consenso con todos los organismos empresariales, pero siempre cuidando que el control y la confidencialidad no se pierdan.

¿Qué papel ha jugado la tecnología en este esfuerzo?

Fundamental. Trabajamos con datos del C5, que nos proporciona información comparativa sobre los delitos del mes actual, el anterior y el mismo periodo del año pasado. Así podemos evaluar si se avanza o se retrocede. El C5 en Aguascalientes, me atrevo a decir, es único en su tipo por su capacidad de rastreo y análisis, y además nació al interior de esta Mesa.

¿Hay planes de expansión del modelo a otros municipios?

Sí. Ya se están dando los primeros pasos para formar mesas locales en Jesús María y San Francisco de los Romo. Aguascalientes capital ya está plenamente integrada. Creemos que este modelo tiene tantas virtudes que otros municipios buscarán implementarlo por iniciativa propia.

¿Quiénes pueden integrarse a la Mesa?

La participación es por invitación. No es abierta al público en general. Solo pueden integrarse personas con poder de decisión real en sus respectivos ámbitos, porque eso es lo que permite que las cosas se resuelvan de manera efectiva y ágil.

¿Cómo se maneja la información confidencial?

Durante las sesiones mensuales, la primera parte es pública y abierta a medios. Pero una vez que entramos a los datos duros, se cierra la puerta: no entra ni sale nadie, y todo lo que se presenta queda bajo confidencialidad absoluta. No ha habido fugas de información en ocho años, y eso ha sido clave para la efectividad de la Mesa. Solo el vocero, actualmente designado por la coordinadora Karla Martorell, puede hablar con los medios.

“Datos antes que discursos”

¿Cuál considera que ha sido la mayor contribución de la Mesa en estos ocho años?

Más allá de los logros específicos, creo que lo más importante ha sido consolidar un espacio donde autoridades y ciudadanos trabajan juntos por la seguridad de todos. Como dije en el informe que rendí en 2018: “Estamos convencidos de que será una aportación de mucha relevancia para nuestro estado, buscando siempre el bienestar de nuestra comunidad”. Y así ha sido.

 ¿Algo más que quiera añadir?

Solo agradecer a todos los que han creído y participado en esta iniciativa. Nuestra empresa no termina en nuestras fábricas; la seguridad de nuestras familias, de nuestros colaboradores y de toda la comunidad también es nuestra responsabilidad. Por eso seguiremos trabajando desde la Mesa de Seguridad.