ALCALDESA AMASA UNA FORTUNA Sol Yucatán
- En ocho meses de administración, la alcaldesa de Conkal, Linda Pérez Quijano, ha amasado una cuantiosa fortuna principalmente por el cobro de moches y permisos por parte de sus operadores Jorge Soberanis Acosta y Gilmer Espínola Ek, directores de Obras Públicas y Desarrollo Urbano.
- El municipio hasta el momento ha recibido poco más de 85 millones de pesos del presupuesto del 2025, pero el dinero no se ve reflejado en obras de gran impacto. En total, en este año Conkal tendrá poco más de 162 MDP para su operación.
- La alcaldesa de Conkal vendió la plaza para la feria y la exclusividad para la venta de bebidas alcohólicas con lo que obtendría al menos dos millones de pesos.
Redacción/Sol Yucatán
De igual manera como lo hizo su tío Jorge Pérez Parra cuando fue alcalde de Conkal, la actual edil, Linda Pérez Quijano, está haciendo una gran fortuna a costillas del presupuesto, con la feria y con los permisos de construcción que se cobran de bajo del agua.
En ocho meses, la edil se ha servido con la cuchara grande y ha comenzado a amasar una gran fortuna, es decir, llegar a la alcaldía es como si se hubiera sacado la lotería.
Sus operadores son Jorge Iván Soberanis Acosta y Gilmer Espínola Ek, directores de Obras Públicas y Desarrollo Urbano.
Los dos funcionarios no son del municipio y pertenecen a la corriente del exalcalde Mérida y excandidato del PAN a la gubernatura de Yucatán, Renán Barrera Concha.
Soberanis Acosta estuvo envuelto en casos de corrupción a través de la obra pública cuando fue asesor de obra pública en el municipio de Buctzotz, en la pasada administración que encabezó el panista Víctor Manuel Campos Baeza, sobre quien existen sendas denuncias en la Fiscalía Anticorrupción y en las cuales se menciona a Soberanis Acosta.
Además de obras inexistentes y de mala calidad, cobraba moches a las empresas constructoras, cuyos recursos eran entregados al edil.
El negocio que realizó en Buctzotz y que le costó la presidencia municipal lo está replicando en el municipio de Conkal, donde funge como director de obra pública.
Por su parte, Gilmer Espínola Ek fue el único funcionario de la administración de la priísta Hiselle Díaz del Castillo que conservó su puesto, sin embargo, no fue por su capacidad, sino por la destreza de hacer negocios sucios de la alcaldesa.
Espínola Ek, en la administración pasada, fue señalado como el encargado de cerrar tratos con inversionistas inmobiliarios y comerciantes, cuyos recursos no ingresaban de manera íntegra a las arcas municipales.
Junto con la edil, otorgó al menos 80 permisos de construcción a desarrolladores en el municipio, que, dicho de paso, es la población con mayor ritmo de crecimiento y plusvalía de Yucatán, de acuerdo con el INEGI.
Los mismos “bisnes” está haciendo, pero ahora para su jefa Linda Pérez Quijano, quien solo se encarga de las firmas y, claro, de recibir el dinero en efectivo, para no dejar huellas de los negocios.
Lo que es contradictorio es que en enero pasado la actual edil denunció públicamente y ante la Fiscalía la construcción del edificio de la Policía Municipal en un terreno que no es del municipio; sin embargo, uno de los funcionarios que tuvo participación directa en la edificación fue precisamente Espínola Ek.
Aunque la edil es reservada, funcionarios de su propia administración aseguran que la alcaldesa ha adquirido una residencia en Altabrisa, se compró un terreno en el puerto, donde va a construir su casa de descanso, además de dinero en sus cuentas bancarias.
Su sueldo de 40 mil pesos al mes no le alcanzaría para ello y menos en 8 meses.
Las propiedades adquiridas concuerdan con los permisos que el Ayuntamiento ha expedido a inmobiliarias para la edificación de ocho conjuntos habitacionales, dos gasolineras y el inicio de varias obras públicas en el municipio, donde sus operadores cobran el 15% del total de la obra.
Tampoco se ha visto reflejado el presupuesto de poco más de 162 millones que el Ayuntamiento recibirá para su operación. Al momento, entre participaciones, fondos federales y aportaciones, la edil ha recibido más de 85 millones de pesos, aunque esta cifra de dinero no se ha visto reflejada en obras de gran impacto.
Con la fiesta tradicional, la alcaldesa de Conkal, Linda Pérez Quijano, hizo un verdadero negociazo.
La edil no solo vendió la plaza para la organización de la festividad, sino que también exclusividad para la venta de bebidas alcohólicas en la corrida y baile.
Para que sea redituable, la edil de manera autoritaria ordenó el cierre de los negocios que venden bebidas alcohólicas, con la finalidad de obligar a los pobladores y visitantes a comprar estos productos en los stands de la feria.
El problema es que el precio es más elevado que en algún negocio de la localidad.
La medida causó molestia entre los comerciantes del municipio, debido a que los afecta en un día de buenas ventas.
No se tiene el monto exacto que la edil obtuvo, pero se habla de al menos dos millones de pesos que obtendría por la venta de los permisos y cobro de los puestos ambulantes, dinero que no ingresará a las arcas municipales.
También hay denuncias de que la tradicional feria la utilizó para concretar venganzas políticas, debido a que a emprendedores que no la apoyaron en la pasada campaña les negó el espacio para la instalación de sus puestos.
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