Una mansión asociada a Elon Musk no solo tiene vallas y cámaras: también ha provocado la ira de vecinos, según NYT Entrelineas
Una valla metálica de 4,8 metros de altura y una puerta con cámara de seguridad. Esa fue la chispa de una disputa legal que involucra a una propiedad de West Lake Hills, una exclusiva zona residencial a las afueras de Austin, Texas. La vivienda está vinculada a Elon Musk, según información obtenida por The New York Times, aunque figura a nombre de una sociedad limitada llamada Stratford House LLC.
Una propiedad en el punto de mira. El inmueble fue adquirido en 2022 por dicha sociedad y desde entonces ha estado en el centro de una polémica urbanística. Según los registros municipales, las estructuras se construyeron sin los permisos requeridos, contraviniendo el código local. El caso se debatió el pasado 16 de abril en una sesión de la Comisión de Zonificación y Planificación, cuya acta pública recoge todos los detalles. La comisión votó en contra de conceder las excepciones solicitadas y el asunto pasará ahora al Ayuntamiento, en una reunión prevista para el 11 de junio, después de que el solicitante pidiera un aplazamiento.
El antes y el después, captado por Street View. Las imágenes de Google Street View ayudan a trazar visualmente el cambio. En una captura tomada en 2018, la zona aparece sin elementos visibles de seguridad. No hay puerta metálica ni estructuras cerradas, y al fondo se alcanza a ver una edificación parcialmente expuesta, así como dos vehículos aparcados en una plataforma abierta.
Vista desde Street View de una zona próxima a la vivienda relacionada con Elon Musk: antes de las reformas (2018) y después (2024)
Sin embargo, en la vista correspondiente a 2024, el entorno ha cambiado de forma sustancial. La entrada ha sido sustituida por una puerta metálica, acompañada de al menos una cámara de vigilancia visible. En otra captura se puede observar una imponente puerta de madera que no existía en registros anteriores. Estas transformaciones se habrían realizado sin permiso municipal.
Vista desde Street View de una zona próxima a la vivienda relacionada con Elon Musk: antes de las reformas (2018) y después (2024)
Un relato que ha cambiado. Todo esto contrasta con la imagen que Musk proyectaba en 2021, cuando aseguró que vivía en una caseta prefabricada en Boca Chica, alquilada a SpaceX, y que la única casa de su propiedad era una vivienda para eventos en la zona de San Francisco. Sin embargo, el citado medio sostiene que el empresario ha sumado al menos tres mansiones en los últimos años, entre ellas esta polémica residencia.
El interior de la caseta prefabricada en Boca Chica
Más allá de una cuestión urbanística. La controversia también ha girado en torno a la privacidad del proceso. Según correos obtenidos por el periódico estadounidense, representantes del supuesto propietario trataron de persuadir a las autoridades locales para mantener el caso en secreto. Argumentaron que, por su relación con el gobierno de Donald Trump, debía ser considerado un “funcionario público federal” y que tanto los registros como las comunicaciones con la ciudad estaban exentos de las leyes de transparencia.
El abogado de la ciudad rechazó la petición, amparándose en la Ley de Reuniones Abiertas de Texas. También se desestimó una solicitud adicional firmada por la abogada Inna Kaplun, en la que alegaba que la presencia de personal de seguridad armado, incluidos alguaciles federales, justificaba tratar el asunto fuera del escrutinio público.
El día en que todo salió a la luz. Como apunta KXAN, durante la audiencia del 16 de abril, los representantes del propietario presentaron seis solicitudes de excepción al código municipal, incluida la valla de cinco metros de altura. Reconocieron que las estructuras se instalaron sin permiso en 2022, cuando se compró la casa. Varios vecinos expresaron su rechazo.
El proceso sigue abierto. Pero lo que comenzó como una serie de reformas discretas en una propiedad asociada al empresario ha acabado convirtiéndose en una cuestión pública, expuesta al detalle en actas, correos internos y documentos oficiales. Todo en una de las zonas más exclusivas de Texas, donde la privacidad también tiene sus límites.
