Tapaos los unos a los otros Heraldo de Aguascalientes

La semana pasada vi publicada una fotografía en donde aparecía el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, al lado de Andrés Manuel López Beltrán -hijo de Andrés Manuel López Obrador – de mala memoria para millones de mexicanos-. El gobernador de Sinaloa recibió su credencial de manos del hoy, sin duda, hombre fuerte de Morena, Andy López Beltrán, secretario de organización de Morena, aunque en los hechos es el presidente del Movimiento de Regeneración Nacional.

A través de redes sociales Rocha Moya dijo que su anhelo de un país más equitativo se ha convertido en una lucha constante por el bienestar de todas y todos. “Paso a paso este Movimiento ha crecido hasta sumar a millones de mexicanas y mexicanos que seguimos construyendo un futuro, etc..etc..etc.”. Los mismos rollos de siempre de políticos que sin pena alguna, a pesar de estar señalados por corruptos y por sus ligas con el crimen organizado, siguen actuando como si la virgen les hablara y actúan como si nada, a pesar de las tantas y tantas pruebas. Pero así es ahora el sistema, en donde se protegen los unos a los otros mientras el país se está cayendo a pedazos.

Y en un acto muy claro de demostración de poder, en donde quienes están en Morena están purificados de sus antecedentes de corrupción y de actos criminales. Ejemplos hay muchos, sobre todo porque la inmensa membresía de Morena es de origen priísta, empezando por Andrés Manuel López Obrador y de ahí p’al real, casi todos los gargantúas de Morena fueron priístas que llegaron a ocupar cargos de elección popular, desde gubernaturas hasta regidurías, pasando por la gamma de todos los cargos de elección. O sea que es la misma gata nomas que revolcada. Por eso es imposible que la situación del país fuera a cambiar con estos políticos, solo hay que recordar que chango viejo no aprende maroma nueva.

Con la publicación de la entrega de la credencial que acredita como miembro de Morena a Rubén Rocha Moya en primer lugar se percibe que al junior López Beltrán no le interesa guardar las formas, más bien se afanó en mostrar que lo que se dice de Rubén Rocha no les interesa y que no les interesa lo que pueda decir la población de acreditar a este gobernador que por su actuar en Sinaloa ya han fallecido cientos de sinaloenses aparte de que la vida diaria para la población ha cambiado de manera radical y que la economía se ha desplomado. Pero eso no le hace. Para los dirigentes de ese engendro llamado Morena eso no importa, lo que les importa es seguir controlando el país como hasta ahora.

A Rubén Rocha lo están arropando para que, si alguien tenía dudas sobre la permanencia de este señor en la permanencia al frente del gobierno sinaloense, pues que le quede claro que él tiene el aval de quién manda en el país.

Lo delicado de lo anterior es fácil de explicar. Pues que pasaría si un analista de la CIA que estuviera encargado de examinar todo lo que está ocurriendo en nuestro país se encuentra en los medios impresos de comunicación, que Andrés Manuel López Beltrán, secretario de organización del partido de su papá, o sea Morena, le entrega su nueva credencial de filiación partidista al gobernador de Sinaloa Rubén Rocha. ¿Qué sospecharía? Este analista obviamente tendría la información de que este gobernador es sospechoso de tener vínculos con el crimen organizado de su estado, del cártel de Sinaloa, que es uno de los cárteles más poderosos del mundo. Sabe que Rubén Rocha estaba presente cuando Estados Unidos extrajo de manera ilegal a Ismael “El Mayo” Zambada, de territorio mexicano. Que El Mayo iba a una reunión en donde él sería el mediador de una disputa del gobernador Rocha Moya con su principal adversario político Héctor Melesio Cuén. Y resulta que en esa reunión acaban secuestrando al Mayo y acaba Héctor Melesio Cuén asesinado. En cambio, el gobernador Rubén Rocha sale ileso y luego trata de manipular la investigación sobre el asesinato, sobre el homicidio de Cuén, para llevar a las autoridades a otro tipo de conclusiones.

A pesar de estas evidencias de una posible relación de Rocha con el cártel de Sinaloa, ahora el mismísimo hijo del ex presidente López Obrador le está dando su espaldarazo, con una foto que obviamente, como lo menciono al inicio de esta columna, retomaron los medios nacionales.

Ahora, retomando lo del analista de la CIA. ¿Qué pensaría? ¿Cómo interpretar esto?

Curiosamente, a principios de la semana pasada, el presidente Trump dijo: “Creo que México está en gran medida dirigida por los cárteles”. ¿De dónde saca Trump esta información? ¿Sabe algo que los mexicanos no sabemos? Desde luego que sabemos que Trump suele exagerar y hasta mentir. ¿Pero que tal si está diciendo algo de verdad? ¿Habrá el gobierno de López Obrador negociado o pactado con el crimen organizado? ¿Por qué el entonces presidente López Obrador viajó cinco veces a Badiraguato, la cuna del cártel de Sinaloa, cuando ningún otro presidente había jamás a ese municipio? ¿Porqué el saludo a la mamá del Chapo Guzmán? ¿Porqué tanto apoyo institucional a Rubén Rocha?

Cuando vemos todas esas cosas, como la foto de Rubén Rocha con Andrés Manuel López Beltrán, le da credibilidad a esta hipótesis de que efectivamente hubo un pacto o algún tipo de negociación con el cártel sinaloense. Y en ese sentido no le están haciendo ningún favor al gobierno de México y en particular a Claudia Sheinbaum, con este tipo de imágenes, en este momento en que México está tremendamente amenazado por Estados Unidos y su presidente que cada vez está más convencido de que a México lo gobierna el crimen organizado.