Pide iglesia no ver el embarazo "como una amenaza" ante abandono de bebé en Edomex Excelsior

Isabel González AguirreEl abandono de un bebé recién nacido al exterior de un domicilio en Tultitlán, Estado de México es muestra de que la sociedad actual ve al embarazo y a la familia "como una amenaza" al futuro que se anhela.
Al mismo tiempo, la acción en agravio de un ser indefenso por parte de sus progenitores, evidenció los altos riesgos de sólo subrayar a las personas que tienen derechos y no enfatizar que también existen obligaciones.
Ambas evaluaciones forman parte de la postura de la iglesia católica en México respecto del hecho que conmocionó e indignó a la mayoría de los mexicanos el pasado 11 de febrero de este año; sobre todo a partir de que en cuestión de horas gracias a una cámara de vigilancia y mensajes de whatsapp se conoció que presuntamente la madre y el padre del recién nacido de 21 y 18 años de edad respectivamente, se pusieron de acuerdo para deshacerse del niño  en una etapa muy avanzada del embarazo.
 Para la arquidiócesis primada de México los hechos tienen varias aristas a considerar.
Una, que se trató de un acto ilegal y de crueldad "por haberse intentado en meses de embarazo avanzado".
Dos, la madre y el padre entran en pánico porque no saben cómo enfrentar la vida con un hijo en camino;  frente a ello "deciden en su conciencia, despersonalizar a ese ser humano en desarrollo, y deshacerse de él".
En la interpretación de la arquidiócesis "el miedo los llevó a actuar de esa manera, el miedo a un futuro incierto, ante una sociedad que cada vez es menos solidaria; y también la ignorancia de que existen medios para ofrecerle a ese bebé una vida" se señaló en el editorial del semanario Desde la Fe.
 Tres, al ser una sociedad que cree que "el aborto es un derecho", solo dimensiona la crueldad del acto cuando las células se convierten en un ser humano completo, abandonado y luchando por sobrevivir.
 En cuarto lugar, la iglesia católica se refirió al "linchamiento generalizado en contra de los jóvenes padres que intentaron deshacerse de su hijo".
En este punto, el editorial cuestiona "cuánto de ese problema es culpa de todos nosotros como sociedad, por no enseñar la verdad a nuestros jóvenes, por enseñar sólo sobre derechos y no sobre obligaciones, por no construir un futuro esperanzador que se fundamente en valores y virtudes, en lugar de un futuro en el que parece que sólo vale el que materialmente tiene algo para presumir".
En seguida, la jerarquía católica también se preguntó si "¿es que acaso no es motivo de presumir un hijo?".
En este sentido - agregó - "hemos convertido el embarazo y el tener familia en una amenaza al futuro que “deseamos".
Al terminar de fijar su postura, la arquidiócesis primada de México consideró que lo sucedido es una lección para valorar la vida, cuidar a los jóvenes y hacerles saber que hay esperanza en el futuro.
No sabemos cuál será el futuro de los jóvenes involucrados en este caso, tampoco del bebé, pero los encomendamos a Santa María Virgen para que a los tres los abrace en su regazo y les haga sentir su amor, un amor que cada uno de ellos valorará ante la crisis personal que han sufrido" destacó el semanario.
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