Marcos Llorente, peón y rey del tablero de Simeone para abatir al Borussia Dortmund en Champions Infobae
El nudo de una historia pierde peso si el final no es el esperado. Algo así le ocurrió al Atlético en el Metropolitano. Su sinfonía quedó a medias y terminó tocando madera, literalmente tras el poste de Brandt, antes de sellar su mínima ventaja para Alemania. Suele ocurrir en las películas de héroes y villanos que el plan de los malos va a acabar frustrado porque los buenos tienen un as bajo la manga, pero los rojiblancos se quedaron sin cartas a diez minutos del final con el gol de Haller. Y casi sin montante ganado después del mencionado poste de Brandt y el de Bynoe-Gittens.
Antes, De Paul y Lino, eléctricos, habían descargado a un Dortmund al que Llorente dio cornadas de varias trayectorias. Tantas como posiciones ocupó a lo largo de aquel encuentro. Empezó el encuentro jugado como interior, al irse Morata del terreno de juego pasó a ser delantero, para formar pareja con Griezmann, y en la recta final del choque pasó a ser carrilero diestro y ocupar así el puesto de un Nahuel Molina algo impreciso. “Este año ha habido partidos en los que he jugado en tres o cuatro posiciones diferentes, según creía el míster dónde tocaba ayudar y creía que lo iba a hacer bien”, ha asegurado en El País.
Tres posiciones en 90 minutos
Para la cita de esta noche en el Signal Iduna Park ante el Borussia Dortmund (21.00, Movistar), Simeone debe decidir si sitúa a Llorente en el carril diestro, le adelanta la posición para aprovechar su llegada o le coloca en punta con Griezmann y reserva a Morata para darle entrada cuando las fuerzas escaseen en el área alemana. Por si acaso es lo primero y le toca marcar, se ha fijado en el veloz Adeyemi, que caería por su banda. “Es muy rápido y muy habilidoso, ellos juegan mucho para los extremos”, analiza.
Te puede interesar: El Atlético toma ventaja en Champions, pero se queda a medias contra el Borussia Dortmund
Llorente ha vivido la transformación del juego de Simeone. De una defensa inamovible a otra carente de laterales puros y en la que los centrales, al abarcar los carrileros todo el largo del campo, se intercambian los duelos individuales a lo ancho del terreno de juego. “Este nuevo fútbol te exige más físicamente para poder ganar esos duelos. Eso es lo que marca hoy la diferencia. Hay jugadores ofensivamente muy rápidos y si tú no tienes en tu equipo un defensa capaz de frenarle estás jodido. Salen muy bien a la contra, con jugadores rápidos en todas las posiciones y de buen pie en el centro del campo. Tendremos que tirar de ese fútbol muy físico para poder ganarles”, explica.
Marcos Llorente lleva una temporada en la que está rindiendo con bastante regularidad. Ha disputado 44 partidos: 30 de LaLiga, ocho de Champions, cinco de Copa y uno de Supercopa de España. Ha marcado seis goles, todos en el campeonato liguero y dado tres asistencias (una en LaLiga, otra en Champions y otra en Copa del Rey). En total, 2.955 minutos. Casi nada. Capital para un Simeone cuya gran variante táctica reside en él. “Mucha gente me pregunta si me cuesta adaptarme, pero ya he jugado tanto en esas posiciones que me adapto rápido”.
