Confía UE en golpe de timón en política ambiental Excelsior

Ilian CedeñoMéxico y la Unión Europea tienen un acuerdo de asociación desde el año 2000.
Las negociaciones para la modernización de ese tratado terminaron en 2020, pero está pendiente la firma por discrepancias en algunas materias, entre ellas, la referente al medio ambiente; sin embargo, el bloque económico europeo confía en que con el nuevo gobierno en nuestro país, sin importar quién lo dirija a partir del 1 de octubre, se refuerce la cooperación y fluya el diálogo, con el fin de proceder a la firma y ratificación lo antes posible.
Se han dado objetivos y compromisos comunes en el marco de las respectivas agendas de sostenibilidad, confirmados en los foros internacionales respectivos (agenda 2030 y las COP climáticas, por ejemplo).
Para lograr esas metas “es fundamental disponer de una política clara y un programa coherente para hacer de la sostenibilidad, la columna vertebral del desarrollo futuro”, aseveró, en entrevista con Excélsior, Javier Arribas Quintana, ministro consejero para la Sostenibilidad y la Transición Energética de la embajada de la Unión Europea en México.
Se requieren recursos, y no sólo económicos, sino también de capacidad administrativa, con agencias gubernamentales capaces de implementar estas políticas y con la autonomía y recursos suficientes para afrontar esos desafíos ambientales.
Los esfuerzos de educación y sensibilización ambiental en todos los sectores de la sociedad son igualmente fundamentales”, dijo.
 TE PUEDE INTERESAR: Testigo estrella del caso Iguala busca amparo El plan de lucha contra el cambio climático de México que se adoptó en noviembre de 2022 establece metas claras de reducción de emisiones, concretamente de 35% para 2030, y ésas “son metas ambiciosas que requieren un plan coherente y decisiones concretas para que eso se lleve a cabo; ahí el tema de la transición energética y la promoción de energías renovables es fundamental para conseguirlas”.
En el IX Diálogo de Alto Nivel sobre Medio Ambiente, realizado en 2021, la delegación mexicana, encabezada por el entonces subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Tonatiuh Herrera, destacó que coincidieron en la importancia de intensificar los intercambios entre expertos en economía circular en sectores específicos como la gestión de plásticos de un solo uso y residuos sólidos, así como en el sector agrícola.
Independientemente de las negociaciones en curso, la UE y México siguen cooperando con proyectos de sostenibilidad y transición energética, como en el que capacitaron a 50 jóvenes embajadores para que en sus comunidades divulguen, promuevan y sensibilicen respecto del cambio climático.
De esos 50 embajadores del clima, tres fueron finalistas por los programas que realizaron.
Uno de ellos es Ojo de Águila, de Mariana Loeza, quien, junto con varias mujeres, evidencian la importancia de los ecosistemas costeros mediante la observación de aves en Mazatlán.
La UE coopera con autoridades federales, estatales y locales trabajando en proyectos específicos, como la protección de bosques (en 5 mesoamericanos y dentro de su programa de diálogo climático “EUCD”), manglares, protección de la biodiversidad y espacios naturales protegidos (con el programa Bioconnect), promoción de la economía circular (que se trabaja en la Ciudad de México, Jalisco, Chihuahua y Yucatán), promoción de la movilidad sostenible (Jalisco), agua (con estudios actuales de los retos y oportunidades en el sector hídrico ante el cambio climático en las cuencas del Sistema Cutzamala, Yaqui, Panuco y el acuífero de Yucatán), sargazo, etcétera.
Asimismo, colabora con municipios en el marco del Pacto Global de los Alcaldes por el clima, con la Asociación Mexicana de Institutos de Planeación Municipal y con ICLEI (red mundial de autoridades locales para la sostenibilidad).
Además del vínculo participativo con sociedad civil (como el Fondo Mundial por la Naturaleza - WWF), el sector privado (con Coparmex, en temas de sostenibilidad) y todos los sectores de la sociedad.
El acuerdo modernizado es muy equilibrado —dijo Arribas— con beneficios sustanciales para ambas partes.
Uno de esos beneficios es precisamente el capítulo ambiental (TSD chapter), que incluye disposiciones de cooperación en temas como la protección de la biodiversidad, bosques y océanos, la lucha contra el cambio climático y la transición energética.
Y desgraciadamente, en estos temas en particular, no tenemos un minuto que perder, pues las crisis que nos acucian están ya con nosotros y si no actuamos de forma urgente y coordinada, ya sea a nivel global como a nivel bilateral, vamos a ir a peor”, alertó.
Respecto de la protección de los bosques, el ministro consejero admitió que la deforestación sigue siendo un desafío en el Amazonas, la cuenca del Congo, el sudeste asiático… “pero México no está exento.
Y no hablamos solamente del problema de la tala ilegal (sabemos que México está haciendo grandes esfuerzos para luchar contra ella), sino también por el cambio del uso de suelo de forestal a agrícola y ganadero, con el beneplácito de la ley”.
Por ello, hay estados que están perdiendo miles de hectáreas de bosque al año en favor de cultivos de aguacate, berries, fresas, agave, café y cacao o para granjas ganaderas para la producción de carne de res.
La protección de espacios naturales y ecosistemas es una prioridad para México, pero hay especies amenazadas que requieren una atención especial (la vaquita marina, por ejemplo)”, mencionó.
En esta ruta es importante la transición hacia una economía circular que —indicó el funcionario de la UE— ofrece muchas oportunidades, pues México tiene un gran potencial para el reciclado, la reutilización, la reparación, la recuperación de materiales y el eco-diseño, entre otros.
“Eso lo han entendido muy bien algunas entidades como la Ciudad de México, que ha dado una ley integral de economía circular (febrero de 2023) que puede ser ejemplo, incluso para la ley federal”.
La UE está dispuesta a sumar esfuerzos, sin pretender dar lecciones a nadie, aportando nuestra propia experiencia, mediante diálogo y asistencia técnica, por ejemplo, y colaborando en proyectos ganadores que aporten soluciones concretas a los retos que afrontamos”, agregó.
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