¿Qué pasó con la Niña, la Pinta y la Santa María, los navíos de Cristóbal Colón? Expansión
Este 12 de octubre se conmemora el Descubrimiento de América o Día de la Resistencia Indígena, como una nueva visión del hallazgo que realizó el genovés Cristóbal Colón en sus viajes al continente americano. El que realizó en agosto de 1492, cuando zarpó con 90 hombres en tres carabelas (la Pinta, la Niña y la Santa María), fue el que quedaría registrado en la historia, como el de mayor trascendencia. A continuación, una breve historia de las icónicas carabelas.
La Santa María La Niña La PintaEn esta nao, viajaban a bordo iban unos 25 tripulantes. Su propietario era Juan de la Cosa, un navegante cántabro que participó en varios viajes a América. En esta embarcación es donde viajó Colón. Naufragó en Santo Domingo al poco de llegar y sus restos se reutilizaron para construir el Fuerte Navidad, primer asentamiento español en América. La carabela Niña fue construida entre 1488 y 1490 por el armador Juan Niño, de quien obtuvo su nombre. Contaba con una tripulación de unas 20 personas con uno de los Hermanos Pinzón (Vicente Pinzón) al mando. En los años posteriores, pasó a ser propiedad de la corona española, encomendase el gobierno de la Niña a Alonso Medel, quien realizó con la carabela varios viajes comerciales. En el transcurso de una de estas expediciones fue capturada por barcos corsarios franceses, algunos de cuyos tripulantes, naturales de El Puerto de Santa María, fueron sobornados con 30 ducados por Medel, y ayudaron al español a escapar de los corsarios. El último viaje de la Niña fue una expedición a La Española, después de que el navío fuese reparado y calafateado en Palos. Esta carabela tiene un origen desconocido. Contaba con una tripulación de unas 25 personas. Fue capitaneada por otro de los hermanos Pinzón (Martín Alonso). Fue desde esta tripulación que se exclamó: “¡Tierra a la vista”, por el marinero Rodrigo de Triana .
El texto 1492, de Jean Favier, relata cómo fue la expedición incierta, la bitácora que iba escribiendo Cristóbal Colón, (la original se perdió), sin embargo, da cuenta de cómo la tripulación fue encontrando evidencia de tocar tierra de manera pronta, pasando con ello del desencanto de enrolarse en un viaje incierto, hasta tocar tierra. “La tierra está cerca. El 18 de septiembre, el cielo se vuelve oscuro hacia el norte. Algunos piensan, con Colón, que la tierra está cercana. Nadie dice de dónde la tierra puede oscurecer el cielo”, es parte de lo que relata el documento . No se sabe exactamente qué ocurrió con este navío, tras sus expediciones.
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