Shawn Krause de Pixar en Perfiles Tecno: no tengo miedo a la inteligencia artificial, es una herramienta Infobae

El director de animación de Pixar Animation Studios, Shawn Krause, se encuentra en Colombia en el marco del Congreso Smart Films 2023. En este evento, que premiará la creación de producciones cinematográficas hechas con celular, se desempañará como jurado, además de que brindará una charla académica sobre el proceso creativo y de desarrollo detrás de películas como UP, Cars 2 e Intensamente.

Krause es una voz crítica dentro del universo de la animación, cuenta con 26 años de experiencia en la industria y todavía se emociona cuando habla de la creación de personajes y de cómo se debería tratar al público para darles “historias con las que se identifiquen”.

Piensa que la inteligencia artificial tiene que complementarse con el toque único de los artistas humanos y que la tecnología es una herramienta de la cual todos los jóvenes que aspiren a ser animadores, tienen que sacarle provecho con el fin de pulir su propia estilo.

- La tecnología ha avanzado de manera significativa en la animación. ¿Cómo describe esa evolución en la cotidianidad de su trabajo?

“Creo que las herramientas de Pixar son fundamentalmente las mismas, simplemente han evolucionado. Las cosas se vuelven más amigables para el usuario, más rápidas y más robustas. Siempre hemos dicho que el arte inspira la tecnología y la tecnología inspira el arte, y en este momento es genial que no tengamos que preocuparnos demasiado por la tecnología interfiriendo en el rendimiento o el arte, porque trabajamos tan unidos que podemos ver las cosas rápidamente hechas.

Por eso se están volviendo muy populares las plataformas de juego (gaming engines), creo que más que cualquier otra cosa, es la velocidad y la capacidad para ver efectos y simulaciones, o ver la iluminación en una secuencia, por ejemplo, saber si mi personaje está saliendo de una sombra o ver cómo mueve el cabello. Así que ahora estamos en un momento en el que nos estamos acercando cada vez más a poder controlar y obtener lo que queremos en realidad”.

- La inteligencia artificial y el aprendizaje automático están siendo cada vez más utilizados en la animación para acelerar el proceso de creación. ¿Cómo ve el papel de estas tecnologías en el futuro de la animación?

“No sé dónde terminaremos. Hablando por mí mismo como artista, creo que es una herramienta que está ahí. Sé que es controversial, pero no se puede volver a poner el genio en la botella. Está ahí.

¿Qué pasa si quiero crear una película completamente generada por inteligencia artificial? Bueno, eso es muy diferente a la idea que tengo de hacer películas. Pienso que, al igual que con Photoshop y la fotografía, Photoshop no reemplaza la fotografía, es una herramienta que se puede usar con la fotografía.

Lo emocionante es lo que el artista añade a eso. No le tengo miedo a la inteligencia artificial, pero creo que es importante verla como una herramienta y respetar el arte, porque esta tecnología no existiría sin el toque humano del artista”.

- Las películas de animación de Pixar suelen incluir efectos visuales sorprendentes, como globos muy brillantes en un cielo soleado. ¿Cómo son los desafíos de crear estos efectos y cómo los ha superado en sus proyectos?

“Somos conscientes del color y de cosas así. Trabajamos mano a mano con el artista técnico quien dice: “Aquí está mi trabajo, haz lo tuyo y luego devuélvemelo para que pueda usarlo para informar lo que estoy haciendo”, y hay un intercambio, un ida y vuelta con las personas técnicas que son bastante capacitadas para que eso funcione”.

- ¿Hay alguna tendencia en la industria de la animación que le emocione particularmente en estos momentos?

“Creo que lo que más me emociona es la idea de que las personas están muy abiertas a la animación, no solo como algo para niños. Creo que esta generación ve la animación de manera diferente a como se veía hace mucho tiempo, no solo como algo destinado al público infantil. Eso es emocionante para mí. Sé que hay varios directores que quieren hacer películas con clasificación R, y hay algunas en camino.

Pero creo que todavía hay una tendencia de que los estudios sientan un poco de temor al respecto, porque se preguntan si el público estará allí, si confundirá a la gente. No creo que se pueda subestimar la inteligencia de la audiencia. La entienden, saben de qué se trata. Así que es un momento emocionante ver cómo la animación se está considerando como cine, no simplemente algo para niños”.

- Para los aspirantes a animadores y artistas digitales, ¿qué habilidades tecnológicas considera esenciales para tener éxito en la industria de la animación hoy en día?

“Siento que la tecnología siempre es algo que se puede aprender. Creo que lo más importante es tener algo que decir. Eso es lo que los hará destacar, porque siempre pueden aprender las técnicas para hacerlo.

Es fundamental saber cómo expresarse, dibujar y pintar, porque así es como se lleva lo que hay en la cabeza a la pantalla, escribir y ser capaz de dibujar lo que sea, al menos como punto de partida.

La tecnología evoluciona, la tecnología se vuelve muy fácil de usar para las personas. Así que creo que siempre estamos buscando, al menos desde mi perspectiva en Pixar, personas que tengan formas divertidas de presentar algo, una perspectiva original de una idea y autenticidad”.

- La realidad virtual y la realidad aumentada están transformando la forma en que experimentamos el entretenimiento. ¿Cómo crees que estas tecnologías podrían influir en el futuro de la animación y la narración de historias?

“Es fascinante porque sé que todos estaban muy emocionados acerca de la realidad virtual, pero no he visto a nadie resolver el enigma de la narración.

Creo que hacer cine es presentar una perspectiva al público y contarles qué mirar, porque quiero que enfoquen su mirada en algo, quiero escenificar algo, ya sea poderoso o no. Y si puedo mover la cámara a donde quiero o estar en cualquier lugar que deseo, eso es una forma muy diferente de contar una historia.

Para mí, el éxito con la realidad aumentada y la realidad virtual se relaciona con las experiencias educativas y los paseos virtuales. Esas son las cosas que me emocionan. Siempre pienso en visitar un lugar, como el Partenón, y ponerme unas gafas para verlo terminado frente a mí y también cómo se veía en la antigüedad. Eso sería un uso increíble.

Pero en cuanto a la narración de historias, todavía no sé cómo se siente haberlo logrado. He tenido la experiencia en la que la ballena se acerca a un barco y da miedo. Me pregunto: “¿Por qué tengo miedo? Sé que no es real”, es muy impactante. Pero sí, veremos en cuanto al cine y la narración de historias”.

- Las plataformas de streaming han cambiado la forma en que las audiencias consumen contenido. ¿Cómo afecta esto a la toma de decisiones en cuanto a la duración y el formato de las películas de animación?

“Siento que es importante ser honesto acerca de cómo evoluciona el trabajo al hacer programas y compensar a las personas por su labor, porque sé que en el pasado hubo momentos en los que se decía: “¿Por qué lo hiciste tan rápido?” o “Oh, esta película se pensó fuera de la caja”. Y sé que detrás de las escenas que conformaron esa producción, hubo mucho trabajo para que fueran reales.

Así que creo que una de las cosas es la velocidad, tengo que terminar rápido, lo que puede forzarme a ser más eficiente para tener historias hechas y pensadas muy prematuramente. Esto impulsa la creatividad, ya que las limitaciones siempre obligan a que se avance en el arte, por lo que son muy buenas de tener.

Pero en cuanto al streaming, creo que estoy más consciente de cómo afecta la forma en que el público consume y aprecia el arte y la narración, porque tanto para los niños como para cualquier persona, hay tantas cosas que pueden ver algo una vez y ya. Actualmente, vivimos en un mundo que aprecia las historias de una forma muy diferente.

Observo a mis hijos, así que no estoy seguro de qué pensar al respecto todavía. Por tanto, el veredicto aún está pendiente en cuanto a los efectos y lo que significa, pero creo que es muy exigente la cantidad de tiempo que lleva hacer estas cosas con la misma calidad, así que se tiene que hacer sacrificios o utilizar herramientas que permitan hacerlo más rápido”.