La Real Academia de Gastronomía "trascenderá" a la economía, según su nuevo presidente Infobae
Pilar Martín.
Madrid, 16 sep (EFE).- Tras siete años liderando la Academia Madrileña de Gastronomía, Luis Suárez de Lezo emprendió desde el pasado miércoles una nueva etapa como presidente de la Real Academia de Gastronomía, una institución con la que quiere que este sector "trascienda" a la "economía, el empleo, a la cultura e incluso a los aspectos más sociales" de la vida.
Así lo ha declarado a EFE en una entrevista realizada tras esta toma de posesión que afronta junto a una junta directiva formada por profesionales en activo de distintos ámbitos (empresarial, comunicación o legislativo) con los que quiere conseguir que la RAG juegue un "papel muy importante como correa de transmisión y punto de encuentro" en ámbitos "donde hasta ahora no estaba o no estaba apareciendo".
"Creo -ha afirmado- que la gastronomía tiene un plano, que es el que todo el mundo conoce, que es la parte más hedonista, de ocio, de reunión familiar y de amigos, de comer y disfrutar. Pero creo que ni la Administración Pública ni la sociedad en general a veces es consciente de lo que trasciende a la gastronomía y lo que afecta a la economía, el empleo, a la cultura e incluso a los aspectos más sociales de nuestra, de nuestra vida".
Según sus palabras, la gastronomía española tiene que ser uno de los pilares del turismo, "donde ya es más conocida", pero Suárez De Lezo piensa en "en vender a la gastronomía española fuera" con el valor añadido de "la sostenibilidad".
En esa misma línea, este madrileño (1974) experto en Relaciones Institucionales y Lobby apunta también hacia la innovación, más allá de la que existe "en un plato", porque "en eso somos potencia mundial, sin ninguna duda".
"Innovación en todos los procedimientos de la industria alimentaria, en los productores", ha matizado. Pero también tiene entre sus objetivos trabajar en la importancia que tiene la gastronomía española en el ámbito rural como "potenciador" de esos "pequeños restaurantes que van a ser motor económico de zonas que tienen más dificultades para que la gente viva allí".
"Porque al final -ha puntualizado- un restaurante te va a generar riqueza a través de productores, hoteles, establecimientos, transporte y poco a poco se puede ir generando una comunidad perfecta en ámbitos sociales".
Y también, ha añadido, en su reciente programa de trabajo incluye el ámbito de la salud porque cómo comemos y qué comemos tiene "un papel fundamental en la salud de nuestros hijos y de nosotros": "La Academia puede tener un papel muy relevante en enseñar y en trascender a la educación y la cultura porque, por supuesto, la gastronomía es un patrimonio cultural".
En este sentido, ha lamentado, las nuevas generaciones "tienen cada vez menos cultura gastronómica" y es algo que hay que "potenciar" porque detrás de un plato hay mucha "historia y tradición".
La Real Academia de Gastronomía es una corporación de Derecho Público y como tal es un órgano asesor de la Administración Pública para todo lo que tenga que ver con la gastronomía. Bajo esta premisa Suárez de Lezo tiene claro que la nueva junta directiva "va a ser mucho más activa en esa labor de asesoramiento a la administración, planteando proyectos de manera activa".
En cuanto al actual debate abierto sobre los derechos sociales del sector, el presidente de la RAG ha reconocido que ése también es un "objetivo" en esta nueva etapa: "Está en la línea de trascendencia (...) Todos estaremos de acuerdo en que la gastronomía es un aspecto fundamental de la marca España, pero hay una serie de problemas que pueden amenazar esta situación de privilegio y que son bastante novedosos, y uno de ellos es la situación laboral de muchos trabajadores".
Respecto al papel internacional de la RAG Suárez de Lezo ha apuntado que es uno de sus "principales retos", el de consolidar a España como potencia gastronómica, y no sólo pensar en el turismo que recibimos (el 25% de los turistas viajan a España con el objetivo de conocer nuestra gastronomía), sino también, según ha concluido, España debe seguir trabajando en llevar sus "productos, recetarios, platos y vinos a determinados países". EFE
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