Arman Soldin era un hijo de la guerra, que lo marcó desde su infancia cuando salió de Sarajevo en brazos de su madre hasta su muerte el martes en el este de Ucrania, una corta vida que este periodista devoró sonriendo.Este francés de 32 años, elogiado por su humanismo, profesionalidad y valentÃa, habÃa terminado dÃas atrás lo que serÃan sus últimos reportajes, que relataban la violencia de los combates y la vulnerabilidad de los invisibles en el conflicto frente a Rusia.En Siversk, habÃa seguido a uno de los miles de héroes ordinarios del conflicto: Oleksander, un antiguo soldador, que distribuye pan con su scooter a los ancianos de esta pequeña ciudad cercana al frente oriental ucraniano.Cerca de Bajmut, habÃa pasado parte de la noche con soldados ucranianos heridos. El 1 de mayo, describió un momento de "puro terror" cuando una andanada de cohetes rusos cayó cerca del equipo de la Agence France-Presse (AFP).Pánico, destrucción, muerte. Estas palabras estuvieron asociadas en su dÃa a Bosnia, su paÃs de origen, del que partió cuando tenÃa un año junto a su madre.El 25 de abril de 1992, las cámaras de televisión captaron su llegada al aeropuerto parisino de Orly, con el pelo rubio rizado y un pequeño jersey negro.Un centenar de madres bosnias y sus hijos acababan de aterrizar en un avión humanitario fletado por Francia, rescatadas de la guerra que desangraba a esa antigua república yugoslava, confrontada a los serbios y serbiobosnios.- "Desarraigo" -"Los proyectiles habÃan destrozado las escaleras de nuestra casa en Sarajevo. Yo pude subir al avión (...) Hicimos el vuelo (sentados) en el suelo, con Arman en mis brazos", explica Oksana Soldin, de 59 años.Tras seis años en Francia, la familia regresó a una Bosnia en paz tras una sangrienta guerra que mató a más de 100.000 personas."Sarajevo estaba destruido. Arman nos hacÃa preguntas todo el tiempo. TenÃamos la misma edad, pero él parecÃa más viejo", recuerda Aldin Suljevic, su amigo "de toda la vida" desde que ambos se sentaran juntos en la escuela primaria, un 2 de septiembre de 1998.Nunca perdieron el contacto, incluso cuando Arman se marchó de nuevo a Francia en 2002, tras la separación de sus padres. Oksana y sus tres hijos --Arman, Sven y Ena-- se fueron a vivir a la región de Bretaña (oeste)."Tuvimos esta dura prueba del desarraigo. Acabamos en la parte baja del escalafón como refugiados", explica Sven, de 26 años, que veÃa en su hermano un "Ãdolo invencible", "la persona más importante de [su] vida".Cada verano, los tres hermanos volvÃan a Bosnia para visitar a su padre Sulejman Soldin, un conocido periodista."Arman era francés pero llevaba a Bosnia en su corazón", estima Suljevic, para quien el conflicto en su paÃs natal "pesó" en su deseo de cubrir el de Ucrania."Decidió ir a Ucrania porque querÃa ser útil, querÃa buscar la verdad", abunda Oksana, profesora de FilosofÃa y SociologÃa.Con 11 años, Arman jugaba a escribir alertas de actualidad en su habitación en Rennes (oeste de Francia). Con 16 años, publicó un video con duras imágenes en su canal en Youtube con el tÃtulo "Sarajevo in war" (Sarajevo en guerra).- El fútbol como pasión -En su adolescencia, Arman, un buen estudiante, era también un apasionado del fútbol y jugó en los equipos juveniles del Stade Rennais, un club de la Ligue 1 francesa, entre 2006 y 2008.Las recurrentes lesiones en una rodilla le impidieron ir más lejos. "El fútbol es una parte importante de su vida. Era muy bueno, tenÃa mucho talento", asegura su hermano.Después de estudiar en universidades del Reino Unido, Francia y Bosnia, Arman --que hablaba francés, inglés e italiano-- comenzó su carrera en la AFP en 2015 en Roma. "El becario soñado", recuerda Sonia Logre, que lo formó."TenÃa ganas de hacerlo todo, de verlo todo, de conocerlo todo, con muchas ganas de aprender de forma humilde, de descubrir Italia con una gran alegrÃa de vivir", abunda esta videasta.Ese mismo año, la AFP lo contrató en Londres, donde disfrutó de la vida: "sale de fiesta del viernes por la noche al domingo", se rodea de un cÃrculo de amigos, cubre el Brexit... pero lamenta "no estar lo suficiente sobre el terreno", recuerda su exnovia Diane Dupré.En 2019, se convirtió también en corresponsal deportivo en el Reino Unido para Canal+, donde su "increÃble encanto" hace que "todo el mundo lo adore profesional y humanamente", comenta David Barouh, director adjunto de la redacción deportiva de la cadena.Cada vez que regresaba de Ucrania, si pasaba por Londres, retomaba sus directos sobre la Premier League, dÃas después de presenciar bombardeos.- "Radiante" -Cuando Rusia invade Ucrania, Arman abandona su confort londinense y se presenta voluntario para ser uno de los primeros enviados especiales de la AFP, como lo fue cuando el covid-19 empezó a causar estragos en Italia.Dimitar Dilkoff, fotógrafo de la AFP, conoció a Arman el 24 de febrero de 2022, el dÃa de la invasión. "Entramos juntos en Ucrania", recuerda este búlgaro, que destaca su carácter "radiante" y "su voluntad de ser el primero" sobre el terreno.Desde septiembre, era el coordinador del equipo de camarógrafos de la AFP en Ucrania.Emmanuel Peuchot, basado en Kabul, se unió a ellos en octubre. Este experimentado periodista también se dejó seducir por el benjamÃn del equipo, un reportero "de la nueva generación, una red social en sà mismo" y alguien que fundamentalmente "amaba a la gente".A finales de abril, el equipo descubrió un erizo que agonizaba. Arman lo rescató y lo llevó a la casa donde se alojan los enviados de la AFP cerca de Bajmut. DÃas más tarde, "Lucky" (afortunado) recobró su libertad ya recuperado y convertido en una pequeña celebridad en Twitter, gracias al camarógrafo."Esta historia es bonita, pero no olviden que hay una sangrienta guerra en curso y millones de desplazados. Ayúdenlos donando a oenegés", concluyó Arman en uno de sus últimos mensajes en esta red social.El hombre jovial de grandes gafas redondas habÃa iniciado una colaboración con un dibujante para hacer un cómic sobre Ucrania con el fin de que "la gente entienda qué pasa sobre el terreno", relata su exnovia.El 9 de mayo de 2023, un ataque con cohetes Grad lo mató en Chasiv Yar, cerca de Bajmut.Poco antes, "estaba como siempre, bromeando", recuerda Dilkoff. Murió "cámara en mano", abunda Peuchot.jf/tjc/es/js