Sorbos de Política Sol Yucatán

Rector de la UADY gana 265 mil pesos al mes
*Francisco Torres Rivas e Ivonne Ortega se rasgaron las vestiduras en una supuesta defensa de la autonomía universitaria
*Pero lo que no dicen es que defienden una cofradía como la del rector Carlos Estrada Pinto, quien gana más que el presidente López Obrador
Sol Yucatán/José González Cámara
No sorprende el odio y el rencor que Ivonne Ortega Pacheco le tiene al PRI, pero no deja de llamar la atención el interés que tiene en promover la división del PRI a través de su esquirol Francisco Torres Rivas, presidente del comité estatal del tricolor.
Fueron sus operadores editoriales, Jesús Rivero y Daniel Cárdenas, los que se encargaron de elaborar y distribuir el comunicado donde Torres Rivas descalifica la iniciativa que presentaron diputados priistas para fortalecer la autonomía de la UADY.
Su novio Javier Osante Solís y otros allegados a Ivonne Ortega se rasgaron las vestiduras en una supuesta defensa de la autonomía universitaria, pero lo que no dicen es que defienden una cofradía como la del rector Carlos Estrada Pinto, quien gana 265 mil pesos al mes.
A través de Torres Rivas, Ivonne Ortega promueve la división del PRI en Yucatán para beneficiar a inconfesables intereses.
No sorprende que siga la línea de su dirigente nacional, Dante Delgado, quien se aferra a ir solo en las elecciones de este año para beneficiar a Morena y debilitar el bloque opositor PAN-PRI-PRD.
A río revuelto, ganancia de pescadores… pero en el caso de Ivonne Ortega y su cofradía, sus redes ya están muy desgastadas. Los yucatecos ya los conocen bien y no en vano es la ex gobernadora peor calificada de la historia de Yucatán.
El fondo del asunto es que no quieren que se les fiscalice el sueldo al rector y no quieren rendir cuentas y ¿dónde quedó la promesa de campaña de que habrá transparencia en la rendición de cuentas de la UADY?
La iniciativa fue distribuida para su análisis en el Congreso del Estado con el objetivo de agilizar los mecanismos de participación democrática de nuestra sociedad, así como para fortalecer la autonomía de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Una de las propuestas está encaminada a robustecer la autonomía de gestión académica, el autogobierno y la autonomía presupuestal de la universidad.
El objetivo es elevar a la UADY como un órgano constitucionalmente autónomo y deje de ser un ente dependiente del Ejecutivo. De tal modo, la casa de estudios contará con un Capítulo en la Constitución de Yucatán en donde se le reconocerá dicha autonomía, como ha sucedido con otras instituciones educativas en cuatro estados del país.
¿Dónde está lo malo?, simplemente no quieren que se les fiscalice.

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