Al pie de la letra Hora Cero

MORENA-EDOMEX: FOCOS ROJOS

Raymundo Jiménez

Aparte de sacar una buena ventaja en las encuestas, para ser candidata presidencial de Morena la jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum, tiene una complicada prueba en puerta: deberá contribuir al triunfo electoral de la maestra Delfina Gómez en el vecino Estado de México, cuya gubernatura se decidirá en menos de tres meses, el domingo 4 de junio.

Y es que, desde el 9 de agosto del año pasado, cuando la ex alcaldesa de Texcoco estaba por dejar la titularidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para contender por el Edomex tras revelarse que encabezaba las mediciones demoscópicas del partido guinda, Sheinbaum externó: “ya saben, nuestro cariño, nuestro corazón está con Delfina”.

Dos semanas después se refirió a Gómez como “la próxima gobernadora del Estado de México” y, en tono sarcástico, adelantó que ese dicho podría “enojar” al Instituto Nacional Electoral (INE).

Casi tres semanas después, al término de su participación en la Tercera Reunión Plenaria del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, la prensa le preguntó a la mandataria capitalina qué números tenía para afirmar que la aún titular de la SEP ganaría las elecciones a gobernador en 2023. Entonces contestó: “Pues nada más hay que ver todas las encuestas, cómo está el movimiento, cómo está la propia Delfina. Ya no digo más, porque si no el Instituto Nacional Electoral luego nos va a poner una queja mañana”.

Todavía el jueves 2 de febrero pasado, la jefa de Gobierno dijo que estaba “definiendo en términos de la ley” la manera en que apoyará a los candidatos de Morena a las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, como lo pidió el presidente nacional del partido, Mario Delgado. “Sí, todo en el marco de la legislación electoral, pero en lo que podamos ayudar, siempre vamos a estar ahí”, dijo en conferencia.

Sheinbaum y algunos de sus gobernadores aliados, entre ellos Cuitláhuac García, de Veracruz, se han sumado al apoyo de la maestra Delfina. Pero según han comentado con preocupación algunos operadores morenistas enviados desde Xalapa, la contienda se les estaría complicando porque a pesar del alto posicionamiento del partido en las encuestas y de la elevada aprobación popular de los mexiquenses al presidente Andrés Manuel López Obrador, ese apoyo no logra aún trasladarse a favor de su candidata a la gubernatura, la cual arrastra muchos negativos, entre ellos los del escándalo por el descuento del 10 por ciento de los sueldos de los trabajadores del Ayuntamiento de Texcoco cuando ella fue presidenta municipal.

Y este sábado 18 fue criticada porque, en su desesperación, buscó darle un abrazo muy “casual” a AMLO durante el evento masivo del Zócalo por el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera, sólo para aparecer en primer plano durante 15 segundos y luego ser mencionada en la transmisión del estatal Canal 14 como candidata a la gubernatura del Edomex, pese a que el periodo legal para hacer campaña inicia hasta el próximo 3 de abril.

¿Si Delfina perdiera la elección y López Obrador decidiera optar por un Plan B, quién sería el sucesor: el canciller Marcelo “Ávila Camacho” Ebrard o el secretario de Gobernación Adán Augusto “Múgica” López?

¿AHORA #ESADÁN?

Por cierto, ayer, en Oaxaca, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, asistió en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador a la VI Reunión Extraordinaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), a la que asistieron también John Forbes Kerry, enviado presidencial especial de los Estados Unidos para el Clima, y el embajador de la Casa Blanca, Ken Salazar.

Adán fue tan apapachado por los mandatarios estatales de Morena, PRI y PAN que sus seguidores difundieron en redes sociales videos sobre el evento con el hashtag “Ahora,#EsAdán” y el siguiente comentario y etiquetas: “Quedó claro? #AndamosAgusto @adan_augusto y el que entendió entendió! #CONAGO”.

Bueno, hasta el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, le dio un abrazo tan efusivo al tabasqueño ¡como nunca antes!