‘Volveré’: la desaparición forzada desde la intimidad de una familia llega a las salas Editorial Aristegui Noticias
Por Héctor González
Tras la desaparición de Salvador (Carlos Salces), un documentalista, toca a su hermana Alejandra (Blanca Salces), tomar las riendas de la investigación toda vez que el aparato de justicia resulta inoperante.
¿Cómo se sobrevive a la desaparición de un familiar? ¿De qué manera se trastoca la rutina de los implicados? Sobre estas y otras preguntas ahonda Volveré, la nueva película del protagonista y director Carlos Salces.
“Sólo todos juntos podremos ponerle fin a la violencia”, advierte el realizador al hablar de una producción para la cual echó mano de amigos y familiares, y que recién llega a las salas.
Situaciones como la que tocas en Volveré suceden a diario en México, pero ¿qué te lleva a abordarlas en una película?
No podíamos dejar de tocar este tema o de pensar en un futuro y decir por qué no hablamos de lo que implica que en México haya decenas de miles de desaparecidos. Todavía en 2015 era algo negado y evadido por el gobierno, pero para nosotros era importante hacer una película que reflejara lo que vive una familia en ese drama. Como teníamos pocos recursos decidimos abordarlo desde nuestra propia familia, afortunadamente todos habíamos trabajado en el cine como actores o técnicos. Gracias a eso nos pudimos embarcar en esta aventura.
¿En tu familia hay una historia que los conecte con un episodio de desaparición?
Conocía el drama de la minera San Javier y lo que ha hecho con el cerro de San Pedro en San Luis Potosí. Tengo amigos cuyos padres desaparecieron en el 68 y otros más, que han sufrido desapariciones de familiares de manera reciente. Con todos esos elementos decidimos contar una historia de ficción, pero con muchos elementos autobiográficos. Hay cosas que sí están conectadas con nuestra familia y creo que eso aporta autenticidad.
¿Cómo cuáles?
Perdí a mi padre muy pequeño, cuando tenía trece años. Mi abuela murió de una manera muy similar a como sucede en la película. Mostramos mucho de cómo vivimos o de cómo soy con mis hijos. Varios elementos personales están conectados con lo que vemos en la pantalla.
¿A partir de estas conexiones qué tipo de relación estableciste con conceptos como la pérdida y la ausencia?
Si nos íbamos a aventar a algo así necesitábamos hacerlo desde lo más personal e íntimo. Me parecía importante tocar temas dolorosos sin miedo. Sabía que tendría escenas muy dramáticas con mis hijas y eso me puso en una tesitura difícil en términos de establecer un límite entre el director y el padre o hasta que punto podía llevar una escena para no perder drama, pero sin hacer algo traumático. Fue interesante ahondar en esos límites.
En la película abordas el vacío y la pérdida de una manera muy amplia.
Los mexicanos somos muy nucleares y nos protegemos mucho en la familia. La muerte es algo muy cercano y había que contar la historia de cómo estas mujeres buscadoras sobrellevan y sobreviven a la muerte de su familiar para salir adelante.
Historias de buscadoras hemos visto bastante en el cine, sobretodo en el documental. ¿Cómo te planteaste un punto de vista que pudiera ser diferente?
Creo que trabajarlo desde una visión muy personal me permitió darle otro enfoque. Al final somos una familia mexicana que tomó una cámara y decidió hacer una película de esta dimensión. Tardamos tres años filmarla, mis hijas se ven crecer… creo que eso la hace original.
¿Qué se ha dejado de hacer para atender el tema de la desaparición forzada?
Falta mucha empatía por parte de muchos mexicanos. Hay mucha insensibilidad y creo que sólo juntos, todos, podremos ponerle fin a la violencia porque no es solo la de los narcos, es mucha y a veces parte en la casa o en nuestras familias. Desde luego necesitamos presionar a las autoridades, pero debemos involucrarnos y ser más sensibles.
En el cine o en la literatura se cuentan estas historias, ¿qué tipo de reflexión crees que hace falta?
Falta mucha porque la violencia que vivimos es terrible. El cine o la literatura finalmente pertenecen a un nicho pequeño, no es una reflexión masiva sino de una pequeña parte de la sociedad.
Al tocar el tema de la desaparición desde una perspectiva tan íntima, ¿exorcizaste algún tipo de miedo al respecto?
Hace poco me preguntaba: ¿qué sucede si justo ahora me desaparecen a alguien cercano?, ¿ya lo exorcicé por contar esta historia? Por supuesto que no. Vivimos en un país muy violento, pero el miedo no nos puede paralizar. Si algo me permitió esta película fue hablar de mis miedos y eso es importante. Nadie tiene la vida garantizada, cualquiera nos podemos ir en cualquier momento, hablar de eso, de tu propia desaparición y verte en la fosa de un desaparecido me llevó a catarsis importantes que dejaron cosas para reflexionar y seguir trabajando en mi arte.
Trailer Volveré from Carlos Salces on Vimeo.
