Pese a la vasta operación ordenada por el presidente Lula para expulsar a mineros ilegales de tierras indígenas, Brasil enfrenta dificultades para contener el tráfico de oro, reconoce a la AFP una alta funcionaria para la protección de los pueblos originarios.El gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva ordenó una investigación policial por "genocidio" y una robusta operación armada para expulsar a los "garimpeiros", como se conoce a los buscadores de oro irregulares.