Competitividad, la carrera de la banca por conseguir nuevos clientes Expansión

(Expansión) - Todo el sector financiero se encuentra en rápido crecimiento. Y la competencia es feroz, por decir lo menos. Para mantenerse a la vanguardia, las empresas deben enfocarse en proporcionar productos financieros personalizados que se ajusten a las preferencias de sus clientes y un aspecto imprescindible para lograr esto son los datos. Al aprovechar la información disponible de manera digital, la banca puede obtener una comprensión más profunda de sus clientes y crear productos que se adapten a sus necesidades específicas. Este 2023 se perfila para ser un año en donde estas instituciones pasarán de ser meros proveedores de servicios y se convertirán en aliados para salir a flote frente a un contexto muy complicado.

Toda la literatura y recomendaciones para transitar hacia una banca más ágil hablan del poder de los datos, ¡y sí lo son todo! Porque dan certeza a las empresas, claridad ante escenarios brumosos, compresión de clientes y son la punta de lanza para el diseño de mejores productos y servicios. Lo cierto es que a pesar de los avances que ha tenido América Latina en materia de banca abierta, particularmente en países como Chile, Colombia, Brasil y México, aún hay muchos pendientes para que el uso de datos sea seguro, fácil de compartir, accesible, y sobre todo, que el beneficiado número uno sea el usuario. El usuario es el centro de la banca, es quien a partir de ahora definirá qué necesita, cómo, cuándo y de qué forma. Las empresas que los escuchen y cumplan sus expectativas no sólo se llevarán una buena ‘rebanada’ del pastel, también podrán crecer a pesar de la crisis que le depara a este año. La competitividad estará en la agenda del año y el usuario será la meta. Decir que los datos tienen poder no es una exageración. Por ejemplo, una empresa puede usar datos para identificar clientes que tienen interés en ahorrar para un objetivo específico, como un enganche para una casa. Basado en esta información, la empresa podría crear una cuenta de ahorros que se adapte a esa meta, y ofrecer incentivos o bonos por cada parte de esa meta que es alcanzada. Otro aspecto importante de la banca abierta es la experiencia del usuario. Las empresas deben asegurar que sus productos sean de fácil acceso; sobre todo, que proporcionen a los clientes la información necesaria para tomar decisiones informadas, en especial en contextos de baja inclusión y educación financieras. Al proporcionar información clara y concisa, las empresas pueden ayudar a los clientes a sentirse más cómodos y seguros al usar sus productos. Asimismo, las instituciones financieras deben considerar el uso de la tecnología para hacer sus productos más accesibles, como se logra a través de interfaces de programación de aplicaciones (APIs por sus siglas en inglés) o las apps de bancos tradicionales.

Otro elemento crítico a considerar en la carrera por el mercado financiero es la consolidación de una lealtad de los clientes. A medida que aumenta la competencia en el sector, las empresas deben trabajar para construir relaciones fuertes con sus usuarios. Una forma de hacerlo es comprendiendo a cabalidad sus necesidades. La industria financiera actual es extremadamente competitiva, y las empresas deben trabajar duro para mantenerse a la vanguardia. Modelos de análisis y comprensión de clientes son cruciales hoy en día. La competencia es y será cada vez más dura, los mejores serán los que ganen la fidelidad de sus clientes. Ante el desarrollo del ecosistema financiero, el usuario tiene literalmente en la palma de su mano, la posibilidad de cambiar de empresa en un clic, frente a él tiene mil opciones y estará en la constante búsqueda de la mejor institución financiera. Esta carrera por el cliente ya comenzó y 2023 será una vuelta decisiva. Nota del editor: Nick Grassi es Co-CEO de Finerio Connect. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión