Dan prisión preventiva a exfuncionarios de CDMX acusados de espionaje Editorial Aristegui Noticias
La Fiscalía de la Ciudad de México (FGJCDMX) informó que un juez de control otorgó la prisión preventiva justificada contra Gustavo “N” y Arturo “N”, exservidores públicos de la administración de Miguel Ángel Mancera, por la posible comisio?n de espionaje cometido de 2013 a 2018.
En audiencia de cumplimiento de orden de aprehensión, el impartidor de justicia la calificó de legal y escuchó la formulación de imputación presentada por la representación social de la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos para decretar la medida cautelar.
La dependencia capitalina indicó que la defensa de Gustavo “N” y Arturo “N” solicitó la duplicidad del término constitucional, que le fue concedida.
Detalló que ambos exservidores públicos posiblemente participaron en escuchas telefónicas, intervención de mensajes y correos electrónicos contra personajes de la política y periodistas, de lo que se desprende que probablemente formaban parte de una asociación delictuosa.
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Gustavo “N” se desempeñó como coordinador General de Políticas, Administración de Planeación y Organización de la entonces Procuraduría capitalina.
Arturo “N” era subdirector del área de gobierno.
La investigación inició por investigaciones periodísticas que revelaron la existencia de una ‘casa de espionaje’ en la colonia Centro.
Por estos hechos ya suman seis detenidos.
Sterling 30
De acuerdo con una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) dada a conocer por Aristegui Noticias en septiembre de 2020, en el gobierno de Mancera un edificio del centro de CDMX funcionó como un centro de espionaje que monitoreaba a ciudadanos, funcionarios y políticos.
Entre ellos al hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, y a la actual jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum.
En el número 15 de Manuel Márquez Sterling 30 funcionarios escucharon miles de minutos de conversaciones telefónicas, elaboraron estudios de seguimiento y supuestos planes de seguridad.
Para ello contaban con 42 computadoras, drones y al menos 12 motos y 10 autos.
Después de las elecciones de julio de 2018, los empleados desmantelaron el centro espía: se llevaron todo el equipo y extrajeron información en USB.
Solo el día de la toma de posesión de Claudia Sheinbaum se borraron 365 mil archivos.
