Su presencia no ha pasado ni mucho menos desapercibida y llamaba poderosamente la atención, hasta el punto que se considera como un hecho sorprendente que estuviera ahí. El príncipe Andrés, junto al resto de la Familia Real británica, no ha faltado este domingo al tradicional servicio religioso que se celebra cada 25 de diciembre en Sandringham. Con rostro serio, aunque esbozando alguna sonrisa de vez en cuando, el duque de York acudía a la misa de Navidad pese a que su asistencia no había sido