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Pop bueno, Pop malo de Jarvis Cocker Libro descomunal.
Con una sutileza y grandilocuencia.
Muestra a fondo las características de la mente creativa.
La incubación del sueño rockero.
Después de muchos años de posponer la tarea, Jarvis Cocker se decide finalmente a revisar los objetos personales que conserva amontonados en un desván londinense, para decidir cuáles debe tirar y cuáles conservar.
El resultado de dicho inventario es Pop bueno, pop malo, un entrañable, lúcido y muy divertido relato de una de las trayectorias musicales y artísticas más importantes de las últimas décadas.
Cocker utiliza los objetos que marcaron su vida como referentes para contar la historia de un chico tímido.
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extraño, que desde la adolescencia tenía libretas donde apuntaba cuál sería el vestuario de su futura banda, de nombre Pulp, y cómo puso en marcha con gran tenacidad su plan para plasmar en su música y su arte un inmenso impulso creativo.
Entre muchas otras cosas, se trata de una oda a la creatividad y al poder de la música y de la cultura pop en general, como una de las principales fuerzas culturales del mundo contemporáneo.
Y es también el recuento íntimo y personal de una vida musical que ha tocado y puesto a bailar a millones de personas a lo largo de todo el mundo.
Político Animal de David De las Heras y Juan Pablo Díaz Chorne El libro con el que podrás crear miles de personajes combinando las caras y los discursos de 24 personalidades españolas e internacionales ¡Pasen y vean! Ante ustedes todo un compendio ilustrado de hombres y mujeres poderosos de las más variopintas esferas –bastantes más hombres que mujeres, pues al hablar de poder, de poder real, así de crudo está el tema–.
Son poderosos por cuanto encarnan, es más, ¡moldean! un estado de cosas que se da por inamovible: la mentalidad oficial de nuestro tiempo.
¿Es esto una sátira del poder? En efecto, siempre que se entienda que la sátira no solo busca ridiculizar, sino suscitar el debate, hacer ver, dar que pensar, usando el humor como forma de desentrañar el lugar desde donde habla ese poder.
Los invitamos, pues, a leer entre líneas, a respirar estos aires de nuestro tiempo.
De hecho, combinen esas líneas, dejen que estos sujetos se contaminen entre sí, permitan que relancen nuevos significados.
Como en los bestiarios medievales, podrán toparse con resultados monstruosos, seres deformes contrarios a la naturaleza y la moral.
¡Atrévanse, no les tengan miedo! Recuerden: algo de todos ellos habita dentro de nosotros.
¡Abracen su propio político animal! ¡El miedo acecha al territorio! De Thom Yorke ¡El miedo acecha al territorio! reúne los escritos de Thom Yorke y Stanley Donwood en torno al periodo de 1999 y 2000, durante el proceso que desembocó en los magistrales discos de Radiohead, Kid A y Amnesiac.
Se incluyen faxes, notas, letras de las canciones de ambos álbumes, dibujos, listas y garabateos que ambos autores se enviaban con regularidad.
El resultado es un documento íntimo que conduce al interior de la mente creativa de Yorke y Donwood, misma que a su vez refleja los miedos, augurios y fantasías que el mundo provocaba, conforme sus ciudadanos enfrentaban la llegada del nuevo milenio.
La espera y la memoria de Adriana Dorantes Las perlas de la abuela materna, herencia cargada de deseos y expectativas sembradas por generaciones, sobreviven en un cajón, ajenas a las clavículas de la nieta que debería portarlas con orgullo.
A lo largo de sus versos, La espera y la memoria se pregunta: ¿debería? Este es un libro que cuestiona, desde la intimidad y los roles socialmente aceptados del concepto de “familia”.
En sus páginas habitan un abuelo que hace las veces de padre en las celebraciones escolares; las tías, un racimo de madres; mamá que es cuidadora de hermanas, pero también de su hija, mujer proveedora; papá que es sinónimo de oquedad, silencio en las venas.
Así, en medio de una constelación de figuras dolientes, se encuentra la voz de una hija de apellidos insondables, quien coexiste con los fantasmas de los parientes difuntos, de las expresiones de cariño que no se enuncian.
Con la brutalidad de la palabra que apunta a la herida con el dedo, la poesía de Adriana Dorantes desenmascara las ausencias y los secretos familiares, el mutismo autoimpuesto y el heredado, para revelar ya no su luz, la verdad que encubren, sino para asirse, aunque sea por un instante, de sus jirones.