De éxitos y fracasos Excelsior

Resulta una maravilla observar al gran pitcher sina­loense Julio Urías, que parece llegar a un momento de madurez maravilloso, que le permite, cada vez más, ser un serio aspirante al trofeo Cy Young, re­conocimiento que distingue al mejor lanzador en cada temporada del beisbol de las Grandes Ligas.
Julio el Culichi, como le dicen de cariño por su lugar de procedencia, tiene unos inmensos números en la presente campaña, así como en su carrera, que bien valen una recompensa de esa magnitud.
Ha llegado a diecisiete triunfos con su equipo, los Dodgers de Los Ángeles, con un porcentaje de carreras limpias de 2.
27, de los mejores de la liga, así como ciento cincuenta y dos ponches, vaya números, dignos de un gran abridor, de los mejores de la liga.
Urías es el mejor en números de la Liga Nacional, superado sólo por el gran Justin Verlander, de los Astros de Houston, que le aventaja en porcentaje de carreras limpias, pero con igual número de triunfos.
El final de la temporada se acerca, y el éxito de los Dodgers en la presente campaña los tendrá en los play offs, por lo que será una gran oportunidad de ver al de Culiacán brillando en la postempora­da, pues hoy por hoy se ha convertido en el mejor lanzador del equipo más ganador de la temporada, superando por uno la centena de triunfos, algo que quizá también consigan los Astros de Houston y los Mets de Nueva York.
A frotarnos las manos, pues se acerca octubre y la Serie Mundial.
Por el lado de los fracasos, lo de los Pumas de la UNAM es, desde mi perspectiva, el mayor tropiezo de la temporada, por lo que sin lugar a dudas de­berían despedir a toda la directiva que encabezan Leopoldo Silva y Miguel Robles, gente de confian­za del rector Enrique Graue, que vendieron a va­rios jugadores como Carlos González, Juan Pablo Vigón, Erik Lira, Johan Vázquez y Alan Mozo, en­tre algunos otros, y se dedicaron a traer refuerzos a diestra y siniestra, que por cierto poco han aporta­do.
El asunto se volvió un desastre cuando gastaron un dineral para traer a Dani Alves, Eduardo Salvio y Gustavo del Prete, que no han producido nada para el equipo auriazul, es decir, un dispendio, que no sólo afecta las finanzas del equipo, sino que ha frenado el desarrollo de los canteranos que no tie­nen espacio ante la gran cantidad de refuerzos in­eficientes a los que hay que meter a rajatabla.
Hoy Pumas es una caricatura, un equipo que reniega de sus tradiciones, un desastre que no produce talentos.
No fueron capaces de ganar, hasta ahora, siquiera la tercera parte de los puntos en disputa, una tragedia.
Señor rector Graue, ya deje a los Pumas en ma­nos de alguien que sepa del negocio, sus cuates, que dirigen ahora, son nefastos.
Columnista: Pablo CarrilloImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0