Bestia: la película de acción en la que los animales dejaron de ser monstruos Cine Premiere

El cine puede moldear nuestra percepción de aquello que nos rodea. Hollywood, más que ninguna otra industria fílmica, se ha encargado de cambiar la forma en que las audiencias alrededor del mundo reaccionan a lo que no conocen, y esto es notorio en la manera en la que se abordan temas relacionados con la naturaleza y la vida salvaje. Comúnmente, para adaptarse a las necesidades de los subgéneros de terror y thriller, numerosos guiones convierten a los animales en depredadores implacables que, sin motivación o explicación alguna, buscan quitar vidas.

Los ejemplos van desde Tiburón (Dir. Steven Spielberg, 1975), hasta Piraña (Dir. Joe Dante, 1978), pasando por Infierno en la tormenta (Dir. Alexandre Aja, 2019). Pájaros asesinos, anacondas mortíferas, arañas implacables; monstruos que amenazan la vida civilizada y que, por lo mismo, hay que eliminar a como dé lugar. El destino de las bestias, que representan la fuerza bruta, siempre es la derrota.

Pero una cinta que se encuentra ahora en salas se propuso cambiar esto. En entrevista, el equipo de Bestia, película protagonizada por Idris Elba, nos habló de cómo se llevó a cabo esta reivindicación en pantalla.

Bestia nos presenta a Nate Samuels (Idris Elba), un médico que viaja a Sudáfrica con sus hijas para las vacaciones. Pero su viaje de reconexión familiar se convierte en una situación de vida o muerte cuando un león ataca los alrededores de la reserva en la que se alojan.

Aunque la premisa en un inicio apunta a que el felino será el antagonista malvado de esta historia, el filme se despoja de este tropo. Aquí, el león no es el villano y no aterroriza a las personas con el único objetivo de presentarse como amenaza.

“Era muy importante para mí no culpar a los leones por ser leones”, comenta el director Baltasar Kormákur, quien buscaba dar el mensaje de que no se puede culpar a los animales por su comportamiento. “Amo a los animales. He tenido animales a mi alrededor toda mi vida. De hecho, iba a ser veterinario antes de encontrarme con la realización de películas. Mi otra pasión son los animales y lo último que querría hacer es antagonizarlos o culparlos por ser una fuerza de la naturaleza”.

De acuerdo con el productor Will Packer, para que la cinta funcionara era necesario darle al animal protagonista una motivación que estuviera bien justificada. De ahí que la narrativa clásica está acompañado de una pertinente protesta. Todo lo que el león hace es cobrar venganza contra un grupo de cazadores que hicieron daño a su grupo. Ninguna amenaza era lo suficientemente potente como para arrebatarle a la especie el dominio de su territorio. Hasta ahora.

Durante los últimos años, oleadas de cazadores furtivos han invadido varias zonas de Sudáfrica para acabar con manadas completas, ya sea con fines meramente recreativos o para poder lucrar con partes de su cuerpo. Es una crisis que no se detiene, a pesar de que se han tomado medidas para regular la práctica de la atroz actividad en la región.

“Es algo en lo que pensamos mucho, y lo hablamos mucho», comenta Packer. «Mientras investigaba durante la filmación de esta película aprendí cuán grande era el problema de la cacería en Sudáfrica, pero también alrededor del continente e incluso en otras regiones del mundo”.

Con el tema ambiental de fondo, el equipo creativo de Bestia quería asegurarse de que el león no fuera el «monstruo» de la película, solo por entretenimiento. Debido a la cacería los leones se quedan terminan como nómadas, deambulando. Para encontrar a otra manada deben luchar con el «macho alfa».

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“La violencia que nosotros comenzamos causa otra violencia con estos leones», explica el productor. «Realmente somos nosotros los que alteramos la naturaleza. Somos nosotros los que no respetamos el ecosistema natural que existe y va a haber repercusiones por eso. En ese sentido, la bestia en nuestra película no sólo es el león. El hombre también es la bestia”.

Por otro lado, el director Baltasar Kormákur aclara que, a pesar de que trabajó en el filme con la intención de quitarle a estas especies el estigma que las ha marcado por mucho tiempo, también quiso inyectarle el mayor realismo posible. De ahí que el animal tome la decisión de atacar a toda persona que se interponga en su camino.

“Si un tsunami nos golpea, no puedes culpar al tsunami porque no tiene una razón para hacerlo. Pero el tsunami tampoco va a elegir sólo a quienes beben con un popote de plástico para matarlos y no a quienes tiran papel [al mar], ¿sabes? Nos va a atacar a todos [por igual]. Eso es todo. Somos un órgano. Somos una unidad”.

Puedes leer nuestra crítica de Bestia aquí.

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