Reivindicación Excelsior

 Después de ser testigo de lo acontecido la noche del miércoles en el estadio Universitario en el partido semifinal de ida entre los Tigres y el León, se pueden hacer muchas conjeturas acerca del futbol mexicano, pero lo que resultó evidente es que sí existe capacidad de espectáculo, de emoción y de generar esa magia que, a lo largo del torneo regular, tanta falta hace.
Si bien la oferta de grandes encuentros deportivos internacionales cada vez es más accesible para todos, lo que evidentemente ha relegado a nuestro balompié, espectáculos como el que se generó en el Volcán, sobrenombre del estadio Universitario, enaltecen y potencian notablemente la capacidad de crecer y enamorar a los aficionados que, francamente, se han alejado del otrora deporte de mayor convocatoria en nuestro país, y digo otrora, pues, en las audiencias jóvenes, ha descendido notablemente el interés.
La conclusión es que el torneo regular, las diecisiete fechas, es decir, más de cuatro meses de competencia, resultan anodinas, poco competidas y, sencillamente, lo que buscan los equipos es acomodarse entre los doce mejores para obtener un boleto a la fiesta final, en el caso concreto de los Pumas, se acentúa el hecho de una temporada para el olvido que se ha convertido, hasta la tarde de este jueves, en una ilusión para la afición universitaria, que se pasó tres meses y fracción del torneo rumiando las penas y que, en unas semanas, han logrado revertir para llegar a estar entre los cuatro mejores del torneo.
El análisis profundo que debe estar haciendo el presidente de la Liga BBVA Mx, Mikel Arriola, y su equipo, debe estar encaminado a incrementar las audiencias, el interés del gran público, para vibrar y gozar momentos como los del miércoles por la noche en el Tigres-León.
Nadie podrá negar que la ebullición de la mejor afición del país, que es la de los Tigres, el esfuerzo que sus grandes jugadores, encabezados por André Pierre Gignac, realizaban en la cancha, generó un momento fantástico en los últimos instantes del encuentro, y vaya que resultó inolvidable la catarsis que ahí se vivió.
Escribo la presente colaboración preparando las botanas y bebidas para presenciar, y ojalá, gozar el partido de ida ente Pumas y Atlas, que, espero nos brinde emociones, buen futbol, entrega de los equipos y, sobre todo, un encuentro inolvidable para ambas aficiones, que el próximo domingo por la noche estarán festejando al que resulte mejor.
¿Quién será campeón? Tigres sigue siendo el favorito, pero…Columnista: Pablo CarrilloImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0