Tres niños murieron y varias personas resultaron heridas en los ataques aéreos realizados el lunes por el ejército etíope en Mekele, la capital de la región de Tigré, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Eran los primeros ataques aéreos conocidos en la ciudad de Mekele desde que estalló la guerra en la región de Tigré hace casi un año.
"Trabajadores sanitarios dieron cuenta de tres niños muertos y una persona herida en un ataque aéreo en las afueras de Mekele, el lunes en Tigré", informó el martes un portavoz de OCHA en Ginebra, Jens Laerke.
"Más tarde ese mismo día, un segundo ataque aéreo en el centro de Mekele hirió a nueve personas y causó destrozos en casas y en un hotel cercano", agregó.
Fuentes humanitarias, diplomáticas y médicas informaron de los bombardeos pero el gobierno etíope lo negó inicialmente tachándolo de "mentira total".
Posteriormente un medio de comunicación estatal lo confirmó, precisando que iban dirigidos contra objetivos de los rebeldes del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF).
Después de meses de tensiones con las autoridades regionales disidentes del TPLF, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, envió al ejército federal a Tigré (norte) el 4 de noviembre de 2020 para expulsarlos.
Las fuerzas federales tomaron el control de la mayor parte de la región, incluida Mekele. Pero en junio el TPLF se apoderó de la mayor parte de Tigré y después prosiguió su ofensiva en las regiones vecinas de Amhara y Afar.
La ONU pide "un acceso humanitario continuo y sin restricciones a todas las personas que necesitan" ayuda humanitaria, afirmó Laerke.
A principios de julio, la ONU advirtió que 400.000 personas de Tigré "superaron el umbral de la hambruna" y desde entonces la situación se ha deteriorado.
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