Quiere Martí agandallar alcaldías Excelsior

 Así como anda Claudia Sheinbaum de pragmática, es capaz de ceder alcaldías a sus enemigos con tal de hacer alianzas rumbo a la lucha presidencial de 2024, en la que obviamente quiere ser la candidata de Morena.
No tuvo empacho en hacer un acuerdo con René Bejarano para que Lola Padierna intente retomar la Cuauh-témoc y echar a Néstor Núñez, que ya se veía repitiendo como alcalde para cuidar los intereses de Ricardo Monreal.
Tampoco le importó pasar por encima de la militancia para llevarse a sus filas a Julio César El Nenuco Moreno, alcalde en Venustiano Carranza y enemigo declarado de funcionarias y diputadas de su propio equipo.
Uno de los primeros en chillar por la adquisición de El Nenuco fue Martí Batres, quien puso en tela de juicio la honorabilidad del alcalde, lo que obviamente está fuera de toda duda: no es honorable, como tampoco lo es el senador.
Pero el mensaje de Martí llevaba filo; hizo pública su molestia para que después Claudia le concediera algún privilegio en otras candidaturas, como la de Álvaro Obregón, por ejemplo, en donde quiere impulsar a su hermana Valentina Batres.
Y aquí es donde Sheinbaum debería pensar hasta dónde lleva su pragmatismo, pues si le concediera esa alcaldía al senador, le estaría entregando el 40 por ciento del territorio capitalino, pues ya cuenta con Iztapalapa y Gustavo A.
Madero.
Clara Brugada se reelegirá en Iztapalapa y trae acuerdos con Martí; lo mismo intentará Pancho Chíguil en la GAM, y él sí es de su ganadería.
Y si además le dan la Álvaro Obregón, podría poseer las tres alcaldías más grandes de la ciudad.
Eso lo haría prácticamente el candidato a la Jefatura de Gobierno en 2024, con un Congreso Local a modo….
claro, si Morena volviera a arrasar.
Claudia busca acabar con la oposición y ganar más territorios, pero lo que quizá no ha visto aún es que ninguno de los alcaldes será suyo y que cada quien jugará en el 24 con quien le convenga.
¿O a poco piensa que Batres, El Nenuco o Bejarano se la jugarán por ella así nomás?Regresando a Álvaro Obregón, los que más suenan son, además de Valentina, Guillermo Ramírez, Lalo Santillán, Lorena Villavicencio, Isabela Rosales y Jorge Emilio Sánchez Cordero; la mayoría no es gente de la jefa de Gobierno.
De ellos, los únicos que serían de su establo en caso de ganar son Ramírez y Rosales, aunque en una de esas igual le funcionaría Sánchez Cordero, por las relaciones de su familia en Palacio Nacional.
Pero Isabela es tabasqueña, no la conocen y los obregonenses quedaron ciscados con la campechana Layda Sansores, quien sólo los utilizó de trampolín.
Jorge Emilio es un rostro fresco, pero quién sabe cómo lo tomarían las bases, que ya están muy lastimadas.
El indicado tendría que ser Guillermo, quien tiene trabajo territorial, conoce a la oposición y sabe operar, además, él sí es netamente claudista… pero Martí insistirá en el agandalle.
  CENTAVITOS.
.
.
Mauricio Toledo podrá ser ladrón, pero no tonto.
Apenas llegó a San Lázaro buscó congraciarse con el pejismo; renunció al PRD y brincó al PVEM, aliado de Morena.
A Claudia no le agradó y operó para que los tucanes lo echaran; se acomodó en el PT luego de que Gerardo Fernández Noroña lo fichara para tratar de juntar más diputados que el PRI y ser presidente de la Cámara de Diputados.
No lo logró, pero tuvo que cargar con El Tomate, que nada menso logró el respaldo de un partido afín a la 4T para que le sirviera de paraguas, pues sabía que tarde que temprano Sheinbaum iría por él.
  Columnista: Adrián RuedaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0