La princesa Josefa von Hohenzollern da a luz a su primer hijo, un mes después de la muerte de su marido, Harald von Hohenzollern Infobae
Harald von Hohenzollern, empresario vinculado al sector de los diamantes y miembro de una de las casas nobiliarias más antiguas de Alemania, falleció repentinamente a los 63 años a finales del pasado mes de junio. La noticia fue confirmada por su esposa, Josefa von Hohenzollern, figura política destacada en Baviera y entonces embarazada de su primer hijo en común. Un mes después de la muerte de Harald, Josefa ha compartido en sus redes sociales la buena nueva de que ha dado a luz a un niño, al que ha llamado Leopold.
Fue el pasado 31 de julio, cuando la princesa anunció al mundo el nacimiento de su hijo a través de una imagen publicada en su cuenta de Instagram, donde acumula más de seis mil seguidores. “Estamos llenos de alegría, agradecidos y simplemente abrumados por este pequeño rayo de sol. Una personita tan pequeña, y ya la luz más brillante de mi vida. Estamos bien. Bienvenido, pequeño Leopold”, escribió Josefa junto a una imagen de los pies del recién nacido. El mensaje marcó un giro en la historia personal de la política, que atravesó el duelo de su marido en las últimas semanas del embarazo.
Harald von Hohenzollern murió súbitamente en Windhoek, Namibia, donde desarrollaba su actividad profesional relacionada con el comercio de piedras preciosas. Entonces, la princesa comunicó la noticia mediante un texto difundido en sus redes sociales. “Queridos conciudadanos de Leonberg, os escribo con gran pesar. Mi amado esposo, Harald von Hohenzollern, falleció de forma inesperada debido a una muerte súbita cardíaca. Esta pérdida me afecta profundamente”.
Durante este periodo, Josefa señaló que necesitaba “tiempo para el duelo, para despedirse y para estar presente junto a nuestro hijo que aún no ha nacido”. Como consecuencia, interrumpió temporalmente su actividad política y anunció su retiro de la campaña electoral y de las redes sociales. “Espero que comprendáis este tiempo de inactividad y os agradezco de corazón vuestra compasión y apoyo”, expresó.
El regreso al foco público ha tenido lugar tras el nacimiento de Leopold. Ahora Josefa, conocida en Baviera por sus dos mandatos al frente del municipio de Kollnburg, ha mantenido la decisión de priorizar su vida familiar, aunque ha ratificado su compromiso con causas públicas. “Esta experiencia me conmovió no solo como madre, sino también me fortaleció como política local: la salud no puede ser casualidad. Requiere estructuras confiables, buenas condiciones laborales y una postura clara sobre los servicios públicos, especialmente a nivel local”, afirmó en una de sus publicaciones más recientes, donde posa con el recién nacido en brazos y el equipo médico que le atendió en el parto.
“En los próximos días me concentraré por completo en Leopold. Pero la vida, la ciudad y la responsabilidad no descansan. La próxima semana, mi equipo publicará artículos sobre la atención médica en Leonberg y sus alrededores que preparamos juntos. Estaré presente, con la perspectiva de una madre, el corazón de una ciudadana y la responsabilidad de una candidata”, ha manifestado.
La historia de amor de Josefa y Harald von Hohenzollern
La relación entre Josefa y Harald comenzó en 2022, cuando ambos coincidieron en una feria comercial en Stuttgart. Pese a la distancia geográfica —con ella en Alemania y él en Namibia—, mantuvieron una historia de amor que crecía a pasos agigantados y que les llevó a contraer matrimonio en septiembre de 2024, en la iglesia de San Ulrich. Poco después del enlace, Josefa quedó embarazada, pero la inesperada muerte de Harald truncó dejó un gran vacío en la familia.
Harald pertenecía a la línea Hohenzollern-Emden, rama menor de la dinastía que lideró Prusia y el Imperio Alemán hasta 1918. Él evitó desempeñar funciones públicas y mantuvo un bajo perfil, mientras su esposa adquirió notoriedad por su actividad política. "Mi difunto esposo era legalmente un príncipe noble de la Casa de Hohenzollern. Por consiguiente, mi nombre oficial como su esposa superviviente, según la ley alemana de nombres y estado civil, así como los derechos domésticos de los Hohenzollern, es: Josefa, princesa de Hohenzollern-Emden", continúo explicando Josefa.
“Sin embargo, como política local, deliberadamente uso solo el nombre Josefa von Hohenzollern. Es importante para mí demostrar un enfoque cívico y con los pies en la tierra. La noble familia Hohenzollern es generalmente conocida como parte de la nobleza europea, según la cual, tradicionalmente, solo los príncipes y príncipes pueden llevar este nombre", manifestó agregando que “legalmente, la pertenencia a la nobleza europea no es solo una cuestión de nacimiento. El matrimonio también te convierte en parte de la familia y sus tradiciones. Esta es una realidad vivida en todas las casas reales europeas. Muchos de los que originalmente eran plebeyos ahora se incluyen de forma natural a través del matrimonio. La nobleza es, sin duda, cuestión de origen, responsabilidad y actitud. Pero yo vivo en el presente y siento una obligación igual hacia los ciudadanos de nuestra ciudad".
