Dalílah Polanco está harta de que le pregunten y la asocien a Eugenio Derbez; así lo demostró Infobae
Dalílah Polanco, quien este lunes fue anunciada como nueva participante del reality show La Casa de los Famosos México 3, dejó en claro que ya no quiere hablar de Eugenio Derbez.
La actriz y comediante, que formó parte de su vida hace años, ha sido muy directa al hablar de este asunto y ha subrayado que ya no le interesa y que está cansada de que le sigan preguntando lo mismo.
Durante una entrevista con el reportero Mich Ruvalcaba, Polanco habló sobre su carrera y algunos aspectos personales. Sin embargo, cuando surgió el nombre del comediante, su gesto cambió y fue directa.
“Eugenio fue parte de mi historia, pero no es una persona que tenga sonido en mi vida al día de hoy”, explicó la influencer.
Aunque se conocieron y se les relacionó sentimentalmente en los 2000, cuando trabajaron juntos en un programa de comedia, Dalílah aclaró que ya no mantiene ningún tipo de contacto con él. Lo que más le molesta, según dijo, es que la prensa y el público siguen atados a esa relación del pasado.
“De pronto me preguntan de Eugenio, de verdad la gente y los reporteros se quedan clavados en una relación y no la sueltan”, expresó.
La actriz también mencionó que, con algunos exnovios, todavía tiene trato cordial, pero sin ninguna intención amorosa. “Yo, de mis ex parejas, hay varios con los que me sigo viendo de vamos a echar un café. Nada de pasión, eso sí que no. Ya no sé nada de él”, aseguró.
Estas declaraciones llegan en un momento clave para Polanco, quien acaba de ser confirmada como una de las participantes de La Casa de los Famosos México 3, reality show que se estrenará el 27 de julio por Las Estrellas.
Con su participación en el programa, Dalílah busca enfocarse en nuevos retos y dejar atrás temas que ya no le suman. No quiere seguir siendo recordada solo por su relación con Derbez, sino por su carrera como actriz.
La también comediante ha participado en teatro y televisión durante años, y ahora regresa a la pantalla en un formato que pondrá a prueba su personalidad frente a millones de espectadores. Lo que queda claro es que ella ya no está dispuesta a hablar del pasado, y mucho menos de alguien que, según dice, ya no forma parte de su vida en ningún sentido.
Con estas palabras, Dalílah marca un límite claro. No hay escándalo, solo una petición sencilla: que dejen de atarla a una historia que ya terminó.
