Mexicana de Aviación alza el vuelo: Sheinbaum recibe el primer avión de la nueva flota en el AIFA
La aerolínea estatal arrastra pendientes financieros y escasa cobertura. Rescatada por Andrés Manuel López Obrador, Mexicana de Aviación aún tiene pendientes financieros, escasa cobertura y baja demanda.
Entre discursos de renovación y justicia histórica, la presidenta Claudia Sheinbaum encabezó en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) la recepción del primer avión de la nueva flota de Mexicana de Aviación, la aerolínea rescatada por el Estado mexicano tras más de una década de abandono.
La aeronave, un Embraer E195-E2, representa el primer paso visible del proyecto relanzado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien convirtió el rescate de Mexicana en un símbolo del combate al neoliberalismo. Sin embargo, más allá de la narrativa oficial, la aerolínea enfrenta deudas heredadas, una cobertura limitada, y cuestionamientos sobre la viabilidad de su operación bajo control militar.
Durante la ceremonia, Sheinbaum aseguró que el renacimiento de Mexicana “no es un capricho ideológico, sino una decisión estratégica y moral”, orientada a conectar regiones marginadas y ofrecer un servicio aéreo sin privilegios ni corrupción. La aerolínea estatal, insistió, no se moverá por lógica de mercado, sino por principios de equidad y justicia territorial.

De emblema nacional a ruina privatizada: una historia accidentada
Mexicana de Aviación fue fundada en 1921 como Compañía Mexicana de Transportación Aérea, y llegó a ser la primera aerolínea en operar vuelos comerciales en el país. Su privatización en 2005 y la posterior debacle financiera derivaron en su quiebra técnica en 2010, dejando a miles de trabajadores en el limbo legal y laboral.
Durante años, extrabajadores emprendieron una larga batalla judicial y mediática para recuperar sus derechos. Fue hasta el sexenio de López Obrador que el gobierno federal concretó la compra de la marca y otros activos por 815 millones de pesos, tras un acuerdo con los sindicatos y una resolución judicial. La nueva etapa coloca la operación bajo control de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), a través del Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica.
El argumento oficial: garantizar el acceso al transporte aéreo como derecho social, no como negocio exclusivo de privados. Sin embargo, expertos en aviación y organismos civiles han alertado sobre los riesgos operativos, la falta de experiencia civil-militar en el rubro y la opacidad en las finanzas de este nuevo esquema estatal.
¡Grandes noticias!
Mexicana de Aviación ha adquirido 20 aviones EMBRAER E2: 10 E190-E2 y 10 E195-E2. ¡Prepárate para volar con estilo y comodidad!
Visualiza el comunicado completo en el siguiente link: https://t.co/kdHGRY4DzS pic.twitter.com/HTwo0bGIGT
— Mexicana De Aviación (@mexicana_air) June 3, 2024
Tecnología, eficiencia… y control militar
El avión recibido es el primero de 20 unidades Embraer E2 adquiridas este año. Se trata de un modelo regional con capacidad para 132 pasajeros, diseñado para reducir 29% del consumo de combustible y operar rutas de corto y mediano alcance. En lo que va de 2025, la aerolínea ha realizado más de 1,600 vuelos y transportado a 150 mil pasajeros, con tarifas accesibles y sin cobros extra por equipaje, según cifras oficiales.
Aunque el gobierno ha proyectado a Mexicana como pieza clave en emergencias, transporte médico y distribución de insumos estratégicos, sus rutas siguen siendo pocas y concentradas, y su capacidad de expansión dependerá de presupuestos federales, decisiones políticas y resultados operativos a corto plazo.
La administración actual apuesta por convertir a Mexicana de Aviación en referente de eficiencia pública y justicia territorial. Pero el vuelo no será sencillo: el proyecto navega entre el discurso simbólico y la realidad técnica, entre las deudas del pasado y el peso de una militarización creciente del sector civil.