Falleció leyenda de la danza folclórica; Nieves Paniagua Ruiz (1934-2025) Excelsior

JUAN CARLOS TALAVERAMurió a los 91 años de edad la bailarina, coreógrafa y académica mexicana Nieves Paniagua (1934-2025), leyenda de la danza folclórica que dedicó más de seis décadas al rescate y difusión de las tradiciones dancísticas de los pueblos indígenas.
Creadora de casi una centena de coreografías, Nieves Paniagua fundó y dirigió la Compañía Nacional de Danza Folklórica (CNDF), que el próximo 24 de junio presentará su espectáculo Raíces, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, para celebrar medio siglo de vida de la agrupación.
“Hoy la danza se viste de gala en el cielo, nuestra querida maestra, Nieves Paniagua Ruiz, nos deja con un gran legado”, expresó la CNDF el pasado viernes en redes sociales.
En respuesta el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y la Dirección de Danza de la UNAM se sumaron a las condolencias y destacaron su labor de investigación y su perfeccionismo en el rescate, promoción y difusión de las tradiciones dancísticas del país.
Los restos mortales de la creadora fueron velados el mismo viernes en la funeraria Gayosso Félix Cuevas y el sábado fueron cremados, sin que hasta el momento se informe su destino.
HUELLA ORIGINALSobre el legado de Nieves Paniagua, Óscar Méndez Ruiz, productor ejecutivo de la CNDF, dijo a Excélsior que su huella quedará en sus coreografías y sus vestuarios, que integran todo un museo, y en sus alumnos.
“El trabajo de ella, en conjunto con su esposo Roberto Vallejo, también fallecido, se concentró en mostrar un poco de los usos, tradiciones y costumbres de la danza de México, pero a partir de lo más original posible de las comunidades.
“Es decir, no se trató de copiar (las danzas), sino que, incluso, ella investigaba a fondo y pedía permiso para hacer alguna interpretación, porque eso es lo que hace la CNDF: interpretar, de la mejor manera posible, cada una de las tradiciones dancísticas, incluido el vestuario, que es uno de los baluartes de esta agrupación”.
Méndez destacó que Nieves Paniagua se concentró en la esencia pura de estas danzas y, para lograrlo, también invitó a bailarines originarios para nutrir el trabajo de su agrupación.
Y agregó: “Soy fiel creyente de esa esencia que ella trató de compartir, respetar y promover con el sentido más puro posible, lo cual vas a escuchar por muchas partes, ya que ella también generó un semillero de agrupaciones y numerosos artistas”.
Por último, Méndez destacó que el trabajo de Nieves Paniagua abarca cerca de 100 coreografías provenientes de Michoacán, Jalisco, Veracruz, Nayarit, Baja California, Chihuahua, Oaxaca, Puebla, Querétaro y Chiapas.
“Así que la maestra resguardó un museo con sus coreografías, pero también con sus vestuarios, y hacia adelante tendremos la obligación y la dedicación de seguir conservándolo con ese mismo amor y pasión.
“Porque en cada traje y en cada paso está inmerso su trabajo, su dedicación, su amor y, obviamente, eso es lo que deja la maestra”, expuso.
MIRADA FRANCAPor su parte, Ángel Ancona, creador escénico y extitular del Sistema de Teatros de la CDMX, destacó a Excélsior el carácter y la disposición de la artista, así como el rescate que consiguió de numerosas danzas locales.
“Ella sí se encargó muchísimo de investigar el trasfondo de todo el folclor mexicano, que es amplísimo.
Además, su trabajo fue arduo y logró llegar al escenario con una interpretación muy franca y honesta de lo que ella estaba descubriendo”.
Ancona destacó la búsqueda de una integridad del folclor mexicano y cómo ella lograba interpretarlo.
“Para mi gusto, muy personal, desde luego, solamente rescato a dos grandes en ese sentido: la maestra Nieves Paniagua y al maestro (Rafael) Zamarripa, del Ballet Folklórico de la Universidad de Colima.
“Sin embargo, en el caso de la maestra Nieves, no sólo se enfocó en el folclor actual, sino que iba más allá, a hacer una labor antropológica.
Y añadió: “La conocí bien cuando entré al Sistema de Teatros y la apoyamos para hacer dos temporadas al año en el Teatro de la Ciudad.
Ella siempre estuvo dispuesta, fue muy linda, aunque también descubrí a una mujer muy triste de pronto, ante la falta de reconocimiento, pero ella seguía y seguía”, detalló.
Por último, Ancona señaló que en México falta mayor reconocimiento de la labor y el trabajo de Nieves Paniagua, aunque advirtió que lo mismo ocurre con casi todas las agrupaciones folclóricas de gran nivel, a diferencia de lo que ocurre con el flamenco en España.
“Hay grandes compañías folclóricas, como la del maestro Zamarripa, en Colima; la del ballet de la Universidad Veracruzana, el Conjunto Típico Tamaulipeco, entre otros”.
Sin embargo, “sí creo que hace falta una mayor institucionalización del folclor, extendiéndole recursos para la investigación, no sólo para presentar los espectáculos, sino el por qué y el para qué preservar el folclor, y eso tiene que venir de una parte institucional”, aseveró.
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