REVIEW | La Mejor Hermana - La atrapante serie que incluye un asesinato y muchos misterios familiares Infobae
Siempre se dice que cada familia es un mundo, pero la que vemos en La Mejor Hermana (The Better Sister) es mucho más complicada que la de la mayoría de la gente. En esta nueva apuesta, Chloe (Jessica Biel) lleva una vida idílica junto a su pareja Adam (Corey Stoll) y su hijo adolescente (Maxwell Acee Donovan), mientras que su hermana Nicky (Elizabeth Banks) lucha por llegar a fin de mes y mantenerse limpia. Cuando su esposo es brutalmente asesinado, un montón de secretos empiezan a salir a la luz.
Este tipo de thrillers no siempre suelen funcionar de la mejor manera y terminan por frustrar a un espectador que descubre que la cosa se podría haber resuelto en dos capítulos. Podemos encontrar algunos ejemplos más recientes como en La Pareja Perfecta o Sirenas, en donde descubrimos que algunas de sus subtramas solo existen para rellenar huecos con diálogos y escenas vacías de contenido y distraernos de la identidad del verdadero asesino.
En La Mejor Hermana por otro lado, cada nuevo enigma es una pieza importante dentro de un rompecabezas cada vez más difícil de descifrar. El espectador acompaña el desarrollo de los personajes y sus respectivos secretos y nos invita a jugar en una especie de Clue en donde cualquiera podría haber tenido los motivos y herramientas para matar a Adam.
Sin embargo, la relación de las dos hermanas forma parte del eje central de la historia. Aquí estamos ante una clásica estructura de “hijo pródigo regresa a casa”, en donde la oveja negra (Nicky) debe reencontrarse con su pasado y su familia por un conflicto inesperado.
Al igual que veíamos en series como Six Feet Under o Bloodline, la llegada repentina de ese personaje le suma un nuevo factor de complejidad al relato. Nos preguntamos qué fue lo que pasó entre las hermanas y porque tienen personalidades tan diferentes, siendo Nicky una adicta en recuperación que tuvo que alejarse de todos y Chloe una figura pública que vive rodeada de lujos y que se viste igualita a Jackie Kennedy.
Para obtener la respuesta, El director de la serie, Craig Gillespie (Pam & Tommy) aporta flashbacks sobre la niñez y adolescencia de ambas para poder entender de dónde vienen, qué heridas siguen abiertas y sobre todo, qué recuerdos tienen sobre la relación con un padre alcohólico que todavía las atormenta de una forma u otra.
La serie termina de funcionar gracias a las sólidas interpretaciones de la dupla protagonista: Jessica Biel ya nos tiene acostumbrados a este tipo de roles de madre de familia que lleva una vida “perfecta” pero que esconde muchísimos secretos, y que ya vimos en The Sinner y en la más reciente Candy. Por su parte, Elizabeth Banks también ofrece una gran performance como esa hermana rota pero carismática que reaparece en la vida de su hermana de un día para el otro. Ambas son productoras del proyecto, y en una entrevista reciente, la actriz de Candy se mostró abierta sobre los desafíos de buscar roles fuera de los clichés que impone la industria.
La Mejor Hermana se suma a la lista de series que nos obligan a maratonear sus ocho episodios hasta el final. Cada capítulo ofrece un cliffhanger que nos hace cuestionarnos nuestras teorías sobre posibles sospechosos y que incrementa la intriga por descubrir al verdadero asesino.
A final de cuentas, es una de estas series adictivas que alimenta el morbo de sus televidentes, pero en donde nunca vamos a sentir que perdimos el tiempo. ¿El motivo de esto? La Mejor Hermana es sumamente entretenida y esto es lo que buscamos en una producción de estas características.
