De única mujer en la mina a inspiración de estudiantes Periódico Correo
Guanajuato, Gto.- Perseverante, decidida y con una pasión inquebrantable por la minería, la Maestra Elia Mónica Morales Zárate se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones de estudiantes en la Universidad de Guanajuato.
Graduada en 1988 como Ingeniera Geóloga Minera por la propia Universidad de Guanajuato, ha forjado una trayectoria ejemplar en un gremio históricamente dominado por hombres. Desde sus primeros pasos, enfrentó resistencias que van desde el despido por decidir casarse, hasta el rechazo laboral por el simple hecho de ser mujer.
“En cuanto dije que me iba a casar, me despidieron. En ese tiempo, no había mujeres trabajando en la mina, yo era la única”, recuerda sobre su primer empleo en la mina Las Encinas, en Colima.
A pesar de contar con un título profesional, tuvo que comenzar como practicante en la Mina Las Torres de Guanajuato capital porque no querían contratar mujeres. Incluso llegó a colaborar de manera encubierta en una mina de Guerrero, cumpliendo funciones desde la casa de los ingenieros para evitar que se supiera que una mujer trabajaba en el lugar.
Durante sus años como estudiante también enfrentó comentarios machistas:
“Un maestro nos dijo que deberíamos buscar piedras en los frijoles, no en una mina”, rememora entre sonrisas.
Sin embargo, nada de eso la detuvo. Proveniente de una familia minera —su abuelo materno fue obrero en una mina y su abuelo paterno arrendaba minas en La Luz—, Mónica tenía claro su destino. Su vocación se reforzó con cada obstáculo, hasta convertirse, en 1988, en una de las primeras mujeres en representar a las mineras mexicanas ante el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, exigiendo igualdad de oportunidades laborales.
En 2003, enfrentó una de las pruebas más difíciles de su vida: la pérdida de su esposo, quedando sola a cargo de sus dos hijos pequeños. En vez de rendirse, se refugió en su pasión por la mineralogía:
“Fue lo que me ayudó a salir del bache. Para mí, la mineralogía fue un oasis, un mundo que me apasionó. La Facultad y el Museo fueron mi segunda casa.”
Desde 2002, imparte cátedra en la Facultad de Minas, donde actualmente coordina el programa educativo de Ingeniería en Geología. En 2008, publicó un libro sobre la historia del Museo de Mineralogía Eduardo Villaseñor Sohle, que dirige desde 2004.
Su formación académica también ha sido destacada. En 2008 concluyó una maestría en Investigación Educativa y más tarde realizó estudios predoctorales en Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente en la Universidad Politécnica de Valencia, donde se especializó en el área.
En 2013 fue reconocida como una de las 100 mujeres inspiradoras en la minería a nivel mundial, y se convirtió en la primera mujer en presidir el distrito Guanajuato de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México.
A pesar de su trayectoria, Mónica no busca el protagonismo individual:
“No es solo lo que yo he logrado. Somos muchas mujeres que hemos abierto camino: Layla Silahua, Lucila Martínez, María Arenas, Angélica Casillas... Algunas estamos en la docencia, otras en la mina. Cada una desde su trinchera.”
Hoy, casi el 50% del alumnado en la Facultad de Minas son mujeres.
“Cuando yo estudiaba, no llegábamos ni al 10%. Claro que es tiempo de mujeres. Y aquí lo estamos viviendo.”
Con la satisfacción de haber demostrado que las mujeres pueden con todo, la Maestra Mónica sigue siendo un faro para sus alumnas:
“Mis egresadas me dicen que soy su inspiración. Yo les digo que sí se puede. Pero hay que prepararse, estudiar, respetarse. Siempre con todas las ganas de salir adelante.”
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