El metaverso rompe barreras sociales en los raves virtuales MPV

Las fiestas virtuales transforman las relaciones en el metaverso: ¿qué impacto tienen en la vida real?

Notipress.- El auge de los raves en plataformas virtuales como VRChat está transformando las dinámicas sociales para muchos grupos históricamente marginados. Durante los últimos años, el metaverso consolidó un espacio inclusivo, ofreciendo alternativas de socialización para superar barreras físicas, geográficas y de seguridad. Desde el encierro global por la pandemia de covid-19, estas plataformas experimentaron un incremento notable en usuarios, pasando de 20,000 conectados simultáneamente a más de 130,000 en eventos recientes, según datos recogidos por medios especializados.

Ru, una mujer trans de Ohio, relató a WIRED cómo su experiencia en las fiestas virtuales representa una diferencia radical frente a los espacios físicos. Vive en una zona conservadora del país y valora profundamente la posibilidad de participar en entornos donde no enfrenta agresiones ni discriminación. «Me agreden sexualmente con mucha menos frecuencia», señaló Ru, resaltando el carácter seguro de estas plataformas. Además, mencionó que en VRChat encontró música de alta calidad, afirmando: «Ve a escuchar a tu gente local y luego ven a cualquier club al azar en RV, te vas a sorprender de que tus DJs locales apestan».

Otros usuarios, como Heelix, DJ de 61 años residente en Berlín, encontraron en estas fiestas digitales una oportunidad para reconstruir su vida social. Heelix destacó que todos sus amigos abandonaron las discotecas, situación que lo empujó a buscar alternativas en línea. Adoptando un avatar femenino de anime, Heelix logró integrarse en una comunidad vibrante, donde desempeña el papel de DJ y construye redes de apoyo. «Es mucho más fácil», explicó, subrayando la facilidad del camino de regreso a casa con solo quitarse el visor.

Luna, joven neerlandesa de 19 años, ingresó al mundo de la realidad virtual en medio de una etapa de aislamiento y dificultades emocionales. Según explicó a WIRED, el descubrimiento de los raves en línea cambió radicalmente su rutina. «Era como una forma de experimentar cosas nuevas, mundos nuevos», expresó. Con el tiempo, Luna formó un grupo de amigos con quienes comparte no solo fiestas, sino también momentos cotidianos. Estos incluyen rituales previos a los eventos, por ejemplo, beber juntos o incluso compartir MDMA en espacios privados.

Por otra parte, el entorno inclusivo no solamente permite conectar con otros, también facilita explorar identidades diversas a través de avatares personalizados. Algunos espacios, entre ellos Kaleidosky, dirigido por Ru, ofrecen experiencias visuales que desafían las leyes físicas, brindando a los asistentes un entorno surrealista y seguro. Este ambiente no solo funciona como un punto de encuentro, sino también como una plataforma para que artistas emergentes, DJs y performers compartan su trabajo, ampliando sus horizontes creativos.

La plataforma VRChat implementó medidas recientes para garantizar la seguridad, por ejemplo, la verificación de edad introducida en enero de este año, destinada a restringir el acceso de menores a contenidos para adultos. De acuerdo con un portavoz de VRChat, los usuarios cuentan con herramientas para bloquear o denunciar conductas inapropiadas, y el equipo de seguridad puede utilizar metadatos para identificar y sancionar a quienes infringen las normas.

Aunque estos espacios abren puertas a comunidades diversas, también existen límites técnicos. Los clubes virtuales tienen capacidad para 80 personas debido a restricciones del software, lo que provoca largas colas para acceder a los clubes más populares. A pesar de ello, la falta de barreras físicas y económicas —salvo el hardware necesario— permite que miles de personas disfruten de estas experiencias cada semana.

En suma, los raves virtuales representan un fenómeno social en expansión, donde personas históricamente excluidas encuentran no solo diversión, sino un entorno de respeto y pertenencia. Sin importar ubicación geográfica o circunstancias personales, el metaverso ofrece oportunidades únicas para construir comunidad y celebrar la diversidad.