Gustavo Bolívar aseguró no es la primera vez que Álvaro Leyva intenta ‘tumbar’ un presidente: “La historia está llena de traiciones” Infobae

Sigue el ambiente de tensión entre el Gobierno nacional y exministro de Relaciones Exteriores Álvaro Leyva, después de que diera a conocer una segunda misiva enviada a Gustavo Petro en la que ratificó los presuntos problemas de drogas del presidente.

De hecho, han sido varias las voces de rechazo al exministro, entre ellas, la del director del Departamento para la Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, que respaldó una teoría que circula desde la Casa de Nariño sobre las supuestas intenciones detrás de las cartas enviadas por el excanciller, en las que se cuestiona la salud y la capacidad del presidente Gustavo Petro para liderar el país.

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Según Bolívar, estas comunicaciones podrían tener como objetivo desestabilizar al mandatario y eventualmente sacarlo del poder.

Así lo expresó al desempolvar un fragmento del libro Mi confesión, escrito por el exjefe paramilitar Carlos Castaño, en el que se describe un supuesto intento previo de Leyva por derrocar a un presidente colombiano.

“Aparecieron las llaves. No es la primer vez que Alvaro Leyva intenta tumbar a un presidente. En el libro “mi confesión” págs 245 a 248, donde el Paramilitar Carlos Castaño confiesa sus crímenes, cuenta cómo Leyva intentó tumbar a Samper. Leamos para entender sus ataques al Pte Petro. RT La historia de Colombia está llena de traiciones. Hay que saberse rodear (sic)”, escribió Bolívar.

En el texto citado por Bolívar, se relata una presunta reunión entre Álvaro Leyva y Carlos Castaño, en la que el excanciller habría propuesto una alianza entre las Farc, las Autodefensas Unidas de Colombia y otros sectores para reestructurar el Estado colombiano.

Según el relato, Leyva habría planteado que el presidente de entonces, Ernesto Samper, debía apartarse del cargo como condición para alcanzar la paz en el país.

En palabras atribuidas a Leyva, el objetivo sería convocar una asamblea nacional constituyente, con un cese de hostilidades por parte de los grupos armados como garantía inicial. Este episodio, según Bolívar, evidencia un patrón en las acciones del excanciller.

“Podemos conformar un equipo en el que quepamos las Farc, la autodefensa y un grupo de colombianos con ideas importantes. El objetivo consistiría en reestructurar el Estado y pedirle al presidente que se aparte como condición para lograr la paz en Colombia. Además, entiendo que usted tiene en su poder la prueba reina del caso jurídico del presidente Samper”, se lee en las páginas del libro Mi confesión.

El fragmento del libro también incluye la respuesta de Castaño a la propuesta de Leyva.

Según el texto, el líder paramilitar expresó dudas sobre la viabilidad de la idea, aunque reconoció que era más “moderno” que su padre, que sostenía que un presidente no podía ser derrocado.

Leyva, por su parte, habría insistido en que el principal obstáculo para la paz era el gobierno de Samper, al que calificó de desprestigiado.

“‘Doctor, mi padre sostenía que un presidente no se podía caer y punto, pero digamos que soy más moderno que don Jesús Castaño. ¿A dónde nos lleva su propuesta?’. Leyva descubrió el alma de encantador de serpientes que tiene y dijo: ‘Las Farc y las autodefensas declararían de manera independiente un cese de hostilidades prorrogable si se convoca a una asamblea nacional constituyente. El único obstáculo para la paz sería el presidente Samper y su gobierno desprestigiado’”, se lee en otra de las páginas.

Bolívar utilizó este episodio histórico para contextualizar las recientes cartas de Leyva contra el presidente Petro. En dichas comunicaciones, el excanciller ha revelado información confidencial y eventos ocurridos durante su gestión en el Ministerio de Relaciones Exteriores, lo que ha generado un fuerte impacto político en Colombia.

Según Bolívar, estas acciones se enmarcan en una historia de “traiciones” que, en su opinión, caracteriza la política nacional. “Hay que saberse rodear”, afirmó el director de Prosperidad Social al referirse a la situación.