Así es como Trump, Trudeau y los aranceles alteraron el panorama político de Canadá Diario.mx
Hasta enero, las encuestas sugerían que el Partido Conservador recuperaría fácilmente el poder de manos de los liberales en cualquier elección canadiense que se celebrara este año.
Dos cosas dieron un vuelco a esa expectativa: la renuncia de Justin Trudeau como primer ministro y la guerra comercial del presidente Trump con Canadá, junto con su amenaza de anexar el país y convertirlo en el estado número 51 sembrando el caos económico.
La guerra comercial de Trump
Si bien Trump se retractó de su amenaza inicial de aranceles a todo lo importado de Canadá, ha impuesto varias medidas que afectan a sectores clave de la economía de Canadá: un arancel del 25 por ciento sobre automóviles, aluminio y acero, y uno similar sobre las exportaciones canadienses que no califican como bienes norteamericanos según el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá. la cual firmó durante su primer mandato. Está previsto que el sábado entre en vigor un arancel del 25 por ciento a las autopartes.
La semana pasada, Trump sugirió que los aranceles a los automóviles, que se reducen en función de su contenido fabricado en Estados Unidos, podrían aumentarse. No ofreció detalles.
Los automóviles y las autopartes son las mayores exportaciones de Canadá a los Estados Unidos, aparte del petróleo y el gas.
Canadá contraataca
Bajo el mandato de Trudeau, Canadá impuso aranceles de represalia a los productos estadounidenses que ingresan a Canadá, que se espera que generen 30.000 millones de dólares canadienses, unos 22.000 millones de dólares, en ingresos durante un año.
Después de convertirse en primer ministro en marzo, Mark Carney impuso 8.000 millones de dólares canadienses adicionales (unos 5.700 millones de dólares) en aranceles, incluido un gravamen del 25 por ciento sobre los automóviles fabricados en Estados Unidos, pero no sobre las autopartes. Los fabricantes de automóviles con líneas de montaje en Canadá aún podrán traer en gran medida automóviles fabricados en Estados Unidos de esas marcas libres de impuestos.
El público canadiense también ha respondido. Los viajes a Estados Unidos han disminuido drásticamente. Las licorerías propiedad del gobierno en varias provincias retiraron la cerveza, el vino y el whisky estadounidenses de sus estantes. A medida que crecían los llamados a boicotear los productos estadounidenses, los fabricantes canadienses se apresuraron a adornar sus empaques con hojas de arce y banderas canadienses.
Cómo manejar a Trump
Tanto Carney, quien también sucedió a Trudeau como líder del Partido Liberal, como Pierre Poilievre, el líder conservador y el otro contendiente importante en las elecciones, han adoptado una línea dura cuando se trata del presidente de Estados Unidos.
En una conversación con Trump, en marzo, Carney dijo que el presidente había acordado iniciar negociaciones económicas y de seguridad con quien sea que emerja como primer ministro. Durante esas conversaciones, Carney dijo durante un debate televisado, "el punto de partida tiene que ser uno de fuerza".
Y agregó: "Tiene que demostrar que tenemos el control de nuestro propio destino económico".
A lo largo de la campaña, Carney, quien fue gobernador del Banco de Canadá y luego del Banco de Inglaterra, ha tratado de enfatizar que su experiencia en el mundo financiero lo convierte en el candidato ideal para enfrentar tanto a Trump como a los desafíos económicos que plantean sus aranceles.
Cuando se le pregunta cómo lidiará con Trump, Poilievre, un político de toda la vida, suele responder diciendo que primero abordará lo que considera problemas que los liberales han creado dentro de Canadá.
"Reduciría los impuestos, la burocracia y aprobaría nuestros proyectos de recursos para que podamos llevar nuestros productos al mercado y traer a casa los empleos para que podamos enfrentarnos al presidente Trump desde una posición de fuerza", dijo durante el debate.
Es probable que la crisis empeore
Los aranceles automotrices de Trump tuvieron un impacto inmediato. Una fábrica en Windsor, Ontario, donde Stellantis fabrica minivans Chrysler y muscle cars Dodge, fue cerrada durante dos semanas mientras la compañía consideraba sus opciones. La asociación de fabricantes de autopartes dijo que sus miembros ya habían despedido a varios miles de trabajadores en Ontario.
También ha habido un pequeño número de despidos en la industria siderúrgica.
La amenaza de aranceles a las autopartes puede tener un efecto profundo. Los fabricantes de autopartes emplean a más personas que las líneas de montaje de los fabricantes de automóviles. Muchas empresas de repuestos son pequeñas, a veces familiares, sin la resiliencia financiera de los fabricantes de automóviles multinacionales.
Ideas económicas, pero pocos detalles
Ambos líderes, pero Poilievre en particular, han promovido la construcción de oleoductos y gasoductos para facilitar el envío de combustible a Europa. No han ofrecido detalles sobre qué empresas, si es que hay alguna, están interesadas en esos proyectos o cómo se financiarían.
El Sr. Poilievre también dijo que aceleraría las revisiones ambientales y las consultas con los grupos indígenas para proyectos de recursos naturales. Grupos ambientalistas y líderes indígenas han criticado la propuesta y cuestionado su legalidad.
Para el sector automotriz, el Sr. Carney ha propuesto crear un sistema "todo en Canadá" en el que los automóviles se ensamblan en Canadá utilizando piezas canadienses hechas de acero y aluminio canadienses. No ha dicho cómo persuadiría a los fabricantes de automóviles para que acepten el plan.
Carney también ha prometido reservar 2.000 millones de dólares canadienses para ayudar a la industria automotriz a ajustarse a los aranceles estadounidenses y prometió que el dinero recaudado de los aranceles de represalia se utilizará para ayudar a las empresas y los trabajadores afectados por la guerra comercial. No ha especificado en qué consistiría esa ayuda.