Rayados empata un inolvidable Clásico Regio ante Tigres en el Estadio BBVA ¡al minuto 100! Vanguardia.com.mx

Rayados de Monterrey sacó un empate de último minuto (3-3) ante Tigres en un emocionate y buen partido jugado en el BBVA, en el marco de la fecha 15 del Clausura 2024.
El encuentro empezó de gran forma y es que apenas a los 52 segundos Juan Brunetta puso adelante a Tigres.
La afición aun se acomodaba en el Gigante de Acero cuando las emociones empezaban.
Y Monterrey reacción rápidamente con Luis Romo al minuto 7 con un tiro cruzado que venció a Carlos Felipe Rodríguez para poner el 1-1.
TE PUEDE INTERESAR: ¡Despierta el Dragón del Norte! Saraperos de Saltillo vence a Caliente de Durango y dejan la serie en suspensoEl partido subió de nivel con ambos equipos al frente en busca de la ventaja, aunque fue el visitante quien comandó las mayores opciones de peligro con Brunetta, Gicnac, Marcelo Flores y Oziel Herrera.
Y surgió la polémica en el Clásico regio luego de una mano en el área norteña que, tras la revisión del VAR, no se marcó como penal.
Rayados sufría en la defensa y poco reaccionaba al ataque con Maxi Meza.
Romo o Brandon Vázquez.
Tigres se fue al frente del marcador luego de un pase de Herrera a Fernando Gorriarán, quien sólo tuvo que empujar el balón al fondo de las redes al 45+1.
Por si fuera poco, otra vez, apenas comenzado el segundo tiempo, a los 39 segundos Brunetta puso el tercero para Tigres con un gran pasea al espacio por parte de Gicnac.
Tigres era mejor en el campo, con jugadas a velocidad y al espacio, pero que no aprovechaba.
Rayados se acercó en el marcador al 61 con Gerardo Arteaga, quien sacó un riflazo que venció a Esteban Andrada.
Mientras que Felipe Rodríguez se tuvo que emplear a fondo para detener disparos de Jordi Cortizo o Maxi Meza, evitando que cayera su meta.
Los regios dominaron los últimos minutos del encuentro poniendo a Tigres a defender con todo su portería.
Y el empate no caía.
Ya en el tiempo agregado, al 100, Germán Berterame logró el agónico empate a tres goles, ante la algarabía rayada y decepción norteña que había defendido con todo su meta.