Esta es la extraña relación entre la pirámide de Keops en Egipto y la pirámide del sol en Teotihuacán Infobae
Las pirámides de las diferentes civilizaciones antiguas han sido motivo de estudio y fascinación debido a que se tratan de complejas y monumentales edificaciones que fueron construidas con tecnología rudimentaria.
Por su parte, también impacta la manera en que estas solían estar alineadas con diferentes constelaciones y relacionadas con diversos eventos astronómicos.
Y es justamente debido al misticismo que las envuelve que en torno a ellas suelen surgir un sin número de extrañas teorías, entre las que se encuentran algunas como la que asegura que las pirámides fueron construidas por extraterrestres.
A pesar de estar separadas por miles de kilómetros de distancia, varios de estos mitos parecen haber encontrado extrañas conexiones entre dos de las pirámides más importantes y emblemáticas de todos los tiempos: la pirámide del sol en Teotihuacán y la pirámide de Keops en Egipto.
Una de estas teorías, que circula en gran medida en redes sociales, e incluso en ciertos medios de comunicación, asegura que ambas edificaciones están construidas en puntos inversamente opuestos del globo terráqueo por lo que al salir en sol en la punta de una, éste se encuentra ocultándose en la punta de la otra.
Y a pasar de que esto suena como un dato fascinante que nos gustaría creer la realidad es que esta información ha sido desmentido en diversas ocasiones por diferentes especialistas.
Sin embargo, aunque suene sorprendente, existe otro dato viral que sí cuenta con sustento científico y es aquel que señala que las bases de ambas pirámides poseen la misma dimensión, a pesar de estar separadas por miles de años en tiempo.
Y es que se estima que la pirámide de Keops fue terminada en el 2600 a.C mientras que las pirámides de Teotihuacán comenzaron a construirse por el 150 d.C, por lo que suena sorprendente que hayan podido tener esta extraña coincidencia.
A pesar de lo increíble que dos construcciones, separadas por miles de kilómetros y de años de distancia puedan tener esta coincidencia, especialistas han tratado de explicar la extraña relación asociándolo a que ambas guiaban su conocimiento y forma de vida por cuestiones similares, tales como los astros en el cielo.
Y es que antes de la aparición de la tecnología moderna, las antiguas civilizaciones, sin importar su ubicación en el globo terráqueo, solían guiar todos los aspectos de su vida en torno al cielo, los eventos astronómicos y los cambios de estación.
Gracias a este hecho es que podría explicarse que algunas edificaciones, separadas en tiempo, espacio, idioma y cosmovisión pudieran tener extrañas coincidencias como esta, ya que muchas veces las dimensiones y las orientaciones de las construcciones estaban pensadas para aprovechar la posición del sol, los tiempos de lluvia o el paso de algún astro.
De esta manera, si bien los eventos astronómicos o atmosféricos podían no ocurrir en el mismo momento se suscitaban en diferentes puntos del globo, como era el caso de equinoccios o pasos de cometas o eclipses, lo que pudo hacer que algún momento los cálculos para el mejor tamaño de las pirámides, extrañamente, coincidieran.
Por último, es importante mencionar que, a pesar de que las medidas son muy similares, sí cuentan con algunos metros de diferencia pues la base de la Pirámide del Sol en Teotihuacán es de 49 mil 729 metros cuadrados mientras que la de Keops es de 53 mil metros; aún así, se trata de una diferencia mínima sorprendente.
Cabe mencionar que si bien cuentan con esta similitud, también es verdad que en todo lo demás son sumamente diferentes, ya que mientras que la pirámide de Teotihuacán era un centro ceremonial la pirámide de Keops funcionó como tumba.
Además, a pesar de que las medidas de la base coindicen la altura tiene una gran variación, ya que en el caso de la pirámide mexicana la altura es de apenas 65 metros, la de edificación egipcia alcanza los 230 metros hasta la punta.
Por su parte, otro rasgo que también comparten estas construcciones es que se encuentran ubicados en puntos estratégicos que marcan el inicio o el término de ciertos ciclos, sobre todo en función de algunos ciclos astronómicos.
Por ejemplo, en el caso de la Pirámide del Sol, su alienación está directamente relacionada con el inicio del año nuevo en el altiplano.
En contraparte, una investigación publicada en The Journal of Ancient Egyptian Architecture, estimó que las pirámides de Giza fueron construidas en función de los puntos cardinales y del equinoccio de otoño.
