El ministro de Exteriores chino aboga ante Blinken por parar "lo antes posible" el conflicto en Gaza Infobae
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, han hablado este miércoles de la evolución de la situación en Oriente Próximo, en una conversación telefónica que Pekín ha querido aprovechar para pedir a todos los países con influencia que llamen a la "calma" y trabajen para parar "lo antes posible" el conflicto en la Franja de Gaza. Para Wang, la máxima prioridad es alcanzar un alto el fuego, por lo que espera que las grandes potencias actúen con "justicia", "imparcialidad" y "racionalidad", trabajando para rebajar las tensiones e impedir un "desastre humanitario" de mayor magnitud, informa el Ministerio de Exteriores de China en un comunicado. Wang ha llamado además a trabajar por la "solución de dos Estados", teniendo en cuenta además que cualquier acuerdo que pueda implicar el futuro de Palestino debe siempre "reflejar la voluntad del pueblo palestino". Pekín se ofrece a colaborar con todas las partes para avanzar hacia esa meta. Por su parte, Blinken ha subrayado la necesidad de que "todas las partes" trabajen "para prevenir que el conflicto se extienda" a otras zonas, con una alusión expresa a los últimos ataques lanzados por los rebeldes yemeníes sobre barcos en el mar Rojo, toda vez que para Washington representan "una amenaza inaceptable para la seguridad marítima y el Derecho Internacional", según una nota del Departamento de Estado.TAIWÁN Al margen de Oriente Próximo, el ministro de Exteriores de China ha aprovechado este contacto para reclamar de nuevo a Estados Unidos que no interfiera en lo que considera "asuntos internos", pidiendo en concreto que no respalde a ningún actor que pueda estar a favor de la "independencia" de la isla de Taiwán. Precisamente un avión militar de Estados Unidos ha atravesado este miércoles el estrecho de Taiwán, en un movimiento que Washington defiende como respetuoso con el Derecho Internacional pero que ha sido observado desde Pekín, que cuestiona cualquier tipo de movimiento en zonas donde reivindica su soberanía.
