Gobierno alemán reacciona a ola de acusaciones de abuso contra vocalista de Rammstein Editorial Aristegui Noticias
Las acusaciones de abuso de poder y violencia sexual presuntamente realizadas por el vocalista de Rammstein, Till Lindemann, ya se cuentan por decenas. Esta ola de denuncias provocó que el gobierno alemán solicitara medidas para proteger al público femenino durante los conciertos de esta banda alemana de metal industrial.
“Las jóvenes deben estar mejor protegidas contra las agresiones“, declaró Lisa Paus, Ministra Federal de Familias a AFP. Así, la política de Los Verdes propuso la creación de zonas de protección para las mujeres y la formación de equipos que puedan intervenir en caso de agresión sexual.
“Sería útil un debate serio sobre la responsabilidad de los artistas y organizadores respecto a sus aficionados“, agregó Paus.
Después de que el 24 de mayo de 2023 una joven identificada como Shelby Lynn afirmara haber sido drogada en un concierto de la banda en Vilna, Lituania, las denuncias de otras mujeres no se han detenido.
Tan solo el pasado lunes 5 de junio la actriz e influencer Kayla Shyx publicó un video de media hora en el que cuenta su experiencia en una fiesta posterior a un concierto de Rammstein, ocurrido el 4 de junio de 2022 en Berlín, Alemania.
En el video, Shyx cuenta que consiguió boletos para acudir al concierto en la Feuerzone (una zona cerca del escenario distinta a la ‘Fila 0’) y allí se le acercó Alena M., quien ha sido señalada como la reclutadora que presuntamente engaña a mujeres para que estas tengan sexo con Till Lindemann.
Shyx tenía 20 años en aquel entonces e iba acompañada de una amiga de 18. Según su testimonio, ambas fueron invitadas a la fiesta que ocurrió debajo del estadio del concierto, donde también se dieron cita varias celebridades y actores alemanes. Poco después de llegar, Shyx y su amiga son trasladadas a un área aparte de la fiesta, donde se encontraba ya un grupo de jóvenes mujeres de la Fila 0.
En el lugar, personal de seguridad pide a las mujeres formarse en una fila y las llevan a una habitación pequeña. La actriz describe el lugar como minúsculo y decorado tan solo con dos sillones negros de piel en el centro, un refrigerador con bebidas y una mesa llena de alcohol.
A todas las mujeres les quitan su celular, cuenta la influencer alemana, y hombres corpulentos de seguridad se colocan en la única puerta de salida.
Shyx, entonces, le pregunta a Alena el motivo de llevarlas a ese cuarto, a lo que la reclutadora responde que solo se trata de una fiesta privada con Lindemann– sin hacer alusión alguna a posibles encuentros sexuales.
La naturaleza del cuarto era tal que provocó un shock en Kayla Shyx, quien con la mirada recorrió la habitación y topó con otra mujer cuyo rostro estaba lleno de terror. Después de unos momentos de verse a los ojos, aquella joven pide ir al baño y Kayla se le une para intentar descifrar qué es lo que está pasando.
A los pocos minutos se les une una tercera chica, identificada como Paula, a decirles que ella había pasado por algo similar en la fiesta previa al concierto. Ella les explicó que las mujeres del cuarto son parte de un universo del cual Till Lindemann supuestamente escoge con quien o quienes tendrá sexo (tan violento que otras afectadas han denunciado amanecer sangrando, llenas de moretones y hasta con sarna en la piel).
“De repente me doy cuenta: estoy aquí como un objeto sexual“, señala la actriz. “Nunca me dijeron que entraría a una potencial orgía”, agrega.
Al darse cuenta de eso, sale del baño, toma a su amiga y le dice a Alena que deben irse. Tras oír esto, la reclutadora que había sido muy amable cambia su semblante y pregunta agresivamente “¿Acaso no quieren conocer a Till?” y les insiste fuertemente en tomarse una de las bebidas del cuarto. Shyx dice que no y junto con su amiga toma su celular y sale del lugar.
Afuera, Paula alcanza a ambas chicas y les confía que el resto de mujeres serán trasladadas al hotel de Till Lindemann.
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Luego de esta experiencia, Shyx le contó a su antiguo agente del incidente y este solo le dijo que era mejor mantenerse en silencio y que “todo el mundo sabe” lo que ocurre en las fiestas de Rammstein. “Es normal”, le dijo según el recuento de la actriz.
“No debería ser normal”, subrayó la actriz al final de su narración. “Te comunican que es una fiesta normal, no una privada para tener sexo”, denunció.
Asimismo, contó que después de hacer anunciar en sus redes sociales que contaría su experiencia en la fiesta, múltiples mujeres se acercaron a ellas para contarle que habrían sido drogadas con las bebidas ofrecidas en el cuarto privado y que solo tenían recuerdos de entrar a la habitación y amanecer al siguiente día en el cuarto de hotel de Till con heridas en el cuerpo, sangrando y la ropa destruida. Posteriormente, eran “echadas como basura”.
Los testimonios directos recabados por la actriz complementan a los que Shelby Lynn publica en su cuenta oficial de Instagram casi a diario.
“Que a mí no me haya pasado algo, no significa que el resto de testimonios de mujeres sea falso”, cierra Shyx su video.
