Kirim le da una calada a su cigarrillo y explica que decidió romper lazos con los criminales rusos."La gran mayoría de los criminales ucranianos se pusieron de parte de Ucrania, pero también los hay que siguen colaborando con Rusia", explica Kirim, de 59 años, en una cafetería de la ciudad portuaria de Odesa, en el sur del país.