Un Vive Latino, con cierre enchilado Excelsior

AZUL DEL OLMOLa última vez que Anthony Kiedis, Flea y Chad Smith estuvieron en México junto a John Fusciante fue en 2007 con la gira Stadium Arcadium, con la que Red Hot Chili Peppers se presentó en el Foro Sol de la Ciudad de México.
Esa misma alineación, 16 años después, fue la encargada de enchilar a las 80 mil personas que se dieron cita en la segunda jornada del festival Vive Latino 2023.
El vocalista estaba ataviado con unos shorts negros con un rayo verde limón, lo que hacía juego con una camisa roja satinada que brillaba con el juego de luces que traía la banda y que acompañó cada una de las canciones.
“Gracias, México”, dijo Kiedis en español antes de que Dani California se apoderara de las bocinas del recinto e hiciera cantar al público y hasta a saltar al escuchar el tema con la guitarra de Fusciante, y no podía faltar quien, ataviado con un disfraz de tiburón como los que utilizó Katy Perry en su presentación en el Superbowl, pusiera el toque bailando entre la gente.
“Hola México, mother fuckers, sí señor”, saludó Fleaibstantes antes de lanzar los  acordes de Scar Tissue.
Si bien el público esperaba los mayores éxitos de los Peppers, ellos aprovecharon para colocar en el setlist canciones de sus dos recientes producciones discográficas Return Of The Dream Canteen y Unlimited Love, de las cuales sonaron Tippa My Tongue, Eddie y Aquatic Mouth Dance.
Si bien muchos no conocían las canciones y aprovecharon para compartir con sus compañeros de aventuras, otros aprovecharon para comparar entre los miembros de la banda y otros famosos.
“Ahí está el Diego Verdaguer gringo… tócate La ladrona”, gritaban algunos arrancando las carcajadas a su alrededor, mientras que otros bromeaban con que Will Ferrell se veía igual que hace años y tocaba muy bien la guitarra, haciendo alusión al parecido entre el actor y el baterista de los RHCP.
El público estaba feliz de  ver en vivo, con esa alineación, a la banda californiana, tanto que hasta el señor que vendía pizzas de jamón con cuatro quesos y pepperoni hizo una pausa en su trabajo y disfrutó de temas como Soul To Squeeze y Californication, que llegó justo después de un solo de guitarra y bajo.
Llegó el momento de volver a encender al público mexicano con By The Way.
La banda se metió por un momento sólo para regresar al escenario y deleitar con Otherside y Give It Away.
“Muchas gracias, los amamos y nos veremos pronto”, dijo Kiedis antes de despedirse del público.
Los Bunkers fueron los encargados de dejarle a los californianos un espacio casi lleno en su totalidad.
Después de nueve años de ausencia en los escenarios mexicanos la banda chilena regresó para reafirmar que son una de las favoritas de México.
 Con un set de 60 minutos Álvaro López, Mauricio Durán, Francisco Durán, Gonzalo López y Mauricio Basualto, confirmaron que “Somos los Bunkers y estamos de vuelta”.
Así fue con temas como Miéntele, Una nube cuelga de mí, Ahora que no estás, así como Y volveré, clásico de Los Ángeles Negros.
Y como si hubiera sido una premonición, los chilenos destacaron con su tema Llueve, poco antes de caer las gotas en la ciudad.
Desde la tierra del sol naciente llegó la Tokio Ska Paradise Orchestra con toda la buena onda y la energía a tope para poner a bailar a los presentes.
Ataviados con trajes color rosa los japoneses dieron un show de 40 minutos que volvió locos a aquellos que estaban en el Foro Sol.
“Quiero ver su buena vibra”, lanzó el vocalista que llamó la atención por portar un pequeño sombrero y un guante con cristales —al estilo de Michael Jackson— en la mano derecha, recibiendo una ovación por parte del público.
Fue entonces cuando los primeros intentos de mosh pit se hicieron presentes; los hombres se organizaron para abrir un círculo: “nosotros respetamos a las mujeres”, lanzó uno y fue cuando en medio de ese espacio flanqueado por hombres las mujeres tomaron el control y disfrutaron del mosh pit sólo de ellas, el cual después dio oportunidad a los mismos hombres que las habían protegido.
La Tokio Ska Paradise Orchestra se veía feliz de la respuesta del público y, como lo habían anunciado, invitaron al escenario a Hanaregumi, un artista japonés que los acompañó en el escenario para cerrar su presentación.
En el arranque de los Momentos Indio los encargados de echar a volar el escenario fueron Aczino y Johnny Beltrán quienes estuvieron acompañados por Lng/SHT, quienes enloquecieron a los que fueron pasando por el escenario montado sobre la pista del autódromo.
En la segunda jornada del festival, el clima les jugó una mala broma a los asistentes y es que, durante la presentación de Los Pericos, lo que parecía ser un día soleado y acalorado, de pronto se tornó en algo frío y húmedo cuando las nubes se arremolinaron sobre el espacio del Foro Sol e hicieron de las suyas.
Los impermeables de colores —de esos que cuestan 25 pesos— se hicieron presentes para lo que fue una llovizna de menos de diez minutos que no alcanzó a mojar por completo el suelo del lugar.
Pero ni con la lluvia los argentinos pensaron en abandonar el escenario, al contrario, después de que las primeras notas de Runaway hicieran bailar al público —y algunos encender su cigarro de mariguana— para darle la bienvenida a la agrupación.
Poco a poco el ánimo se fue levantando y las nubes cerrando, pero con I am waiting for your love la gente cantó a todo pulmón y recibió a Carla Morrison que se unió a la voz de Los Pericos, quienes no desaprovecharon la oportunidad de hacer un homenaje a Gustavo Cerati y Soda Stereo interpretando a ritmo de reggae Trátame suavemente.
Y fue entonces cuando el clima no lo hizo y comenzó a llover.
Y mientras algunos buscaban con qué taparse otros enfrentaron las grandes gotas cantando, lo cual tuvo su recompensa y fue que Rubén Albarrán se uniera a cantar con los argentinos que deleitaron a los amantes del reggae con un set de 50 minutos.
Uno de los espacios más concurridos de esta jornada fue sin duda La Feria Vive, en donde una gran rueda de la fortuna era de los juegos más concurridos, no sólo porque era gratuita, sino porque al subir se lograba tener una gran vista de la zona de la Ciudad Deportiva, donde se encuentra el Foro Sol.
También los juegos de destreza como las canicas y las pelotas tenían una fila medianamente larga en donde los asistentes querían probar su suerte.
Y para aquellos que la cerveza y los licores no les eran suficiente un camioncito estacionado junto a la feria ofrecía pulque natural, de avena, de maracuyá y de nuez.
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